11 restaurantes románticos en Madrid

Lo primero que llama la atención de este restaurante romántico de Madrid es los galardones que ha recibido. Concretamente hablamos de una estrella Michelin, así como de dos Soles otorgados por la Guía Repsol. Ello es un claro indicativo de la calidad que tienen todos los platos servidos.

Hablando del local en sí, es sorprendente que haya tres ambientes en unas mismas instalaciones. Están repartidos a lo largo de dos plantas, por lo que indistintamente del tipo de velada en la que hayáis pensado, podréis experimentarla eligiendo bien la zona del Saddle en la cual tendrá lugar.

Si lo que queréis es una comida o cena con la mayor intimidad posible, los reservados se convierten en la mejor elección posible. Hay cinco en total que se distribuyen en una planta entera, por lo que el espacio existente entre ellos es bastante generoso.

En lo referente al aspecto puramente culinario, en el Saddle se combinan técnicas más bien tradicionales con algunas que son bastante vanguardistas. El resultado es sorprendente y gusta muchísimo a las parejas que eligen este local.

Bienvenidos a uno de los restaurantes románticos de Madrid más galardonados. En concreto, cuenta con dos estrellas Michelin, por lo que todos y cada uno de los platos que sirven son sinónimos de calidad en estado puro.

Optar por el Paco Roncero supone disfrutar de una experiencia única, tratándose no solo de una velada gastronómica, sino también de una vivencia sensorial que difícilmente olvidaréis.

En este restaurante utilizan una materia prima de altísima calidad, gracias a la cual los chefs se ven capaces de dar forma a platos espectaculares tanto en lo referente al sabor como en términos de presentación, la cual está muy cuidada.

La creatividad de los cocineros, así como las influencias que han ido obteniendo de varias culturas distintas, da pie a que se sirva una carta variada que no os dejará indiferentes. Además, disfrutaréis de ella en un ambiente acogedor e íntimo a partes iguales.

Eso sí, acudir al Paco Roncero exige tomar una decisión que suele ser difícil para la mayoría de las parejas: comer en el espacio interior o hacerlo en la terraza. La ventaja de esta última se resume en unas vistas que no es capaz de ofrecer ningún otro local de restauración ubicado en la capital.

Por otra parte, en el interior quedaréis asombrados con una decoración muy llamativa, la cual se disfruta más si cabe a la hora de comer gracias al efecto de la luz natural que entra por los grandes ventanales de las instalaciones.

Si os gusta la cocina mediterránea, este restaurante romántico es uno de los más recomendables de todos los que hay en Madrid. El encargado de elaborar las creaciones que degustaréis es Ramón Freixa, un chef de gran reputación sobre todo por contar con dos estrellas Michelin. Concretamente en el Ático, uno de los locales en los que da rienda suelta a su creatividad, opta por la cocina de estilo casual.

Al ir en pareja podréis pedir varios platos que están pensados específicamente para ser compartidos. Claros ejemplos son los de los buñuelos cremosos de bacalao con romesco y su esqueixada, así como la terrina de foie micuit con gelé de moscatel y mango agripicante.

Más allá de la carta, el restaurante Ático también ofrece un par de menús entre los que podéis elegir. El de degustación es quizá el más recomendable, pudiendo incluir adicionalmente el maridaje del sumiller. Si lo que queréis es gozar de la mejor relación calidad-precio posible, no dudéis en decantaros por el menú de mediodía, aunque en este caso es ideal para grupos de parejas, ya que se sirve a un mínimo de ocho comensales.

Obviando el factor culinario, este local también logra destacar por las privilegiadas vistas que ofrece de Madrid, concretamente de la parte más urbana de la capital española.

Además, llegar a las instalaciones es sencillo, mereciendo una mención especial un servicio que se incluye a coste cero. Nos referimos al de aparcacoches, disponiendo de un parking propio en el que tu vehículo estará a buen recaudo durante la velada romántica.

En el año 2012 fue creado este restaurante y, desde entonces, no ha parado de cosechar un gran éxito en Madrid, sobre todo entre las parejas que no dudan a la hora de elegir dicho local. Y es que saben que hacerlo supone vivir una velada íntima en unas instalaciones acogedoras que están bien decoradas, haciendo uso para ello de la madera para dar forma a un estilo rústico que combina realmente bien con algunos detalles vanguardistas.

No es un local luminoso, ya que precisamente se pretende generar una atmósfera de intimidad en estado puro. El resultado que se consigue en este sentido es realmente bueno.

Otro aspecto muy destacable de Lakasa es la calidad y variedad de la que presume la carta. Conocida como Lakarta, es reseñable que los platos pueden pedirse de dos maneras distintas: media ración o una completa. Como es de esperar, en caso de optar por la segunda alternativa el precio es más económico teniendo en cuenta la cantidad servida.

En el hotel conocido como Mayorazgo se ubican las instalaciones de uno de los restaurantes románticos de Madrid más recomendables. Se trata del GastroVía61, el cual es idóneo para aquellas parejas que desean degustar platos típicos madrileños.

De hecho, estamos ante un local estrechamente vinculado a la ciudad de Madrid, tal como demuestran los cuadros de algunos lugares emblemáticos de la urbe que pueden admirarse en las paredes al mismo tiempo en que degustáis suculentos platos.

La autodenominada por GastroVía61 como cocina castiza de autor ofrece una carta bastante variada que abarca algunos platos como los siguientes: jamón ibérico de bellota con banderillas del coso, paella al piropo retrechero, bacalao del foro al pil pil con almejas y rabo de ternera en corrala de jabugo.

Es destacable la posibilidad de pedir media ración de algunos de los platos mencionados, por supuesto pagando bastante menos en comparación con las raciones completas. Un claro ejemplo de ello es el tartar de atún rojo.

Los platos típicos de Galicia son unos de los que más se disfrutan en pareja. Degustarlos en Madrid es posible acudiendo a un restaurante muy recomendable. Nos referimos al Alabaster, ubicado en una de las zonas más céntricas de la capital.

Antes de hablar de las recetas gallegas no puede pasarse por alto la amplitud de la que presume la bodega. Así pues, indistintamente de cuáles sean vuestros gustos en lo referente al vino, tendréis la posibilidad de degustar el que deseéis en ese preciso instante al ofreceros en carta un total que supera los seiscientos.

Algunos de los platos gallegos del Alabaster se sirven con el claro objetivo de que las parejas los compartan, dando pie así a una experiencia muy romántica. Lo demuestran a la perfección las croquetas de cigalas de la ría y los raviolis de cocido de Galicia.

Uno de los aspectos más destacables del Alabaster es la disposición de unos reservados que entusiasman a las parejas, ya que proporcionan un altísimo nivel de intimidad y comodidad.

Obtener dos estrellas Michelin y tres Soles correspondientes a la Guía Repsol no es en absoluto sencillo. Sin embargo, el buen hacer de los hermanos Sandoval dio pie a estos galardones que son fruto de un esfuerzo llevado a cabo a lo largo de casi medio siglo.

Varios aspectos llaman mucho la atención de este restaurante romántico en Madrid. En primer lugar, destaca la disposición de un huerto propio, por lo que algunos de los ingredientes utilizados son literalmente de kilómetro cero.

Por otra parte, en el restaurante Coque se sirven platos que son sinónimos de innovación, incluyendo aquellos que están destinados a comensales que sean veganos o vegetarianos. Entre los muchos platos que se recomiendan a las parejas se encuentran las angulas con salsa americana picante de tinta de calamar y el cochinillo lechón con su piel crujiente lacada.

El local sorprende con una decoración muy llamativa, aunque sin duda alguna lo que más atrae las miradas de las parejas es la bodega, una de las más amplias de los restaurantes madrileños.

Aquello que más llamará vuestra atención cuando vayáis a La Mi Venta es sin duda alguna lo acogedores que son los dos salones que tiene, los cuales son ideales para disfrutar de comidas y cenas románticas. El ladrillo visto de las paredes combina muy bien con la tonalidad del suelo, dando forma todo ello a un espacio íntimo y cálido.

Los platos castellanos están muy presentes en la carta de La Mi Venta. De la cocina típicamente española de este restaurante gozan sobre todo las parejas que son amantes del buen jamón. El de bellota que puede degustarse en dicho local es uno de los mejores de Madrid.

Algo similar puede decirse de las carnes a la brasa, así como de los asados que se elaboran en un horno de leña. La materia prima que emplean los cocineros es de buena calidad, por lo que los platos resultantes son sabrosos a más no poder.

El Zalacain se autodefine como un templo dedicado a la gastronomía. De hecho, es uno de los locales de restauración con más historia de la capital española, habiendo sido inaugurado en el año 1973. Ya por aquel entonces tenía muy buena fama entre las parejas de la ciudad madrileña, pero a día de hoy esta popularidad es mayor si cabe, acudiendo a él incluso novios y matrimonios del resto del país.

Es inevitable que al acceder al salón del Zalacain vuestros ojos se dirijan automáticamente al techo. Y no es para menos, puesto que las curvas y la iluminación del mismo son espectaculares. El resto de elementos decorativos también destacan, mereciendo una mención especial las sillas sobre todo por lo cómodas que son, invitándote a gozar de la alta gastronomía con una velada de larga duración que se os hará corta.

Si elegís este restaurante romántico de Madrid rápidamente entenderéis por qué ha sido galardonado no solo con una estrella Michelin, sino también con dos Soles de la Guía Repsol. Y es que los platos típicamente mediterráneos presumen de una exquisita calidad. Por si fuera poco, son servidos con una presentación atractiva a más no poder.

El local por dentro es muy moderno a la par que elegante. Al ser tan acogedor se disfruta más si cabe de una carta que es amplia y que va variando en función de la temporada actual.

A pesar de que los chefs apuestan de lleno por la evolución, el estilo contemporáneo no anula la tradicionalidad de los productos que son tratados en la cocina, preservando así su sabor auténtico y las propiedades originarias.

¿Sabías que en el año 2018 Barack y Michelle Obama disfrutaron de una velada romántica en este restaurante? En efecto, lo cual es un buen indicativo de que se trata de un local ideal para parejas.

El interior destaca por combinar aspectos propios de las tabernas andaluzas con un concepto inglés, dando forma así a un restaurante único. Los platos que sirven son españoles y caseros, plasmando en ellos algunos detalles propios de las culturas gastronómicas de otros países. Un claro ejemplo es la lasaña won-tón de chipirón, mezclando a la perfección el estilo mediterráneo con el oriental.