10 restaurantes románticos en Burgos

Tal vez creas que la cocina típica del Mediterráneo no es demasiado compatible con la del continente asiático, pero nada más lejos de la realidad. El Fogón de Jesusón demuestra con sus elaboraciones que ambas gastronomías congenian a la perfección, dando forma a un contraste de sabores que entusiasma a las parejas.

Si ya de por si la fusión llama la atención, más si cabe lo hace la presentación de los platos. No podréis evitar fotografiarlos para compartirlos con vuestros familiares, amigos y conocidos a través de las redes sociales.

El local es acogedor y muy confortable. Más allá de la decoración, llaman la atención las sillas de cuero que dan pie a que estéis cómodos por mucho que se alargue la velada íntima en un local que, además, se encuentra perfectamente ubicado en la ciudad de Burgos.

Lo primero que llama la atención de este restaurante romántico de Burgos es su decoración. Las paredes son de ladrillo y piedra, materiales que congenian a la perfección con la madera que está presente en las vigas del techo. Todo ello da forma a un conjunto de estilo rústico que enamora a las parejas. Entre los ladrillos hay varios huecos en los que se ubican diversos cuadros que atraen las miradas no solo de los novios y matrimonios, sino también del resto de comensales.

Desde el minuto número uno notaréis que estáis como en casa. Esto es debido tanto al trato cercano y amable que dan los camareros como a lo acogedoras que son las instalaciones, las cuales aportan un toque de calidez.

Por otra parte, hay que decir que La Favorita de Burgos está especializado en pinchos. Hablamos de unos tipos de platos que son ideales para compartir con otra persona. Así pues, no sorprende que este local acostumbre a ser visitado por parejas de todas las edades.

En toda velada íntima que se precie tiene que haber como mínimo algún plato que pueda compartirse con la otra persona. Y es que no hay nada como apreciar conjuntamente los sabores, las texturas y otros detalles de la receta en cuestión, intercambiando a posteriori las opiniones con tal de hacerle saber a la otra persona cuánto te ha gustado. En este sentido, el restaurante Los Herreros es idóneo: estamos ante un local especializado en tapas y pinchos.

Tanto las tapas como los pinchos se sirven con raciones abundantes, lo cual agradecen sobre todo aquellas parejas que deciden compartir los platos. Eso sí, hay que decir que también existe la posibilidad de pedir un menú del día. En tal caso, la relación calidad-precio es mejor si cabe. Independientemente de lo que pidáis, a nivel gastronómico quedaréis encantados con la experiencia.

Obviando la gastronomía, hay otros factores en los que también se fijan los enamorados al elegir un restaurante. Todos ellos convencen a las parejas cuando deciden informarse sobre Los Herreros, puesto que se trata de un mesón cómodo, acogedor, amplio e íntimo a partes iguales.

Cuando un restaurante romántico es galardonado con dos Soles de la Guía Repsol, esto suele ser sinónimo de tener que gastarse mucho dinero para disfrutar de una velada íntima. Sin embargo, en Casa Ojeda no sucede, puesto que su relación calidad-precio es realmente buena.

Dio comienzo a su actividad en el año 1912. Por aquel entonces ya era un restaurante con bastante fama, pero su popularidad fue incrementándose paulatinamente hasta llegar a los niveles actuales. Hablamos de uno de los locales de restauración con mejores valoraciones de toda Burgos, lo cual es meritorio.

Tal como indican las reseñas, lo mejor de Casa Ojeda no es solo la calidad de los platos servidos, sino también la presentación de los mismos. Lo cierto es que, independientemente de lo que se piden los comensales, el resultado a nivel visual es espectacular. Tanto es así que los enamorados no pueden evitar hacer uso del teléfono móvil con tal de inmortalizar aquello que tienen en la mesa cuya mantelería también es bonita.

En términos decorativos, Casa Ojeda es un restaurante atractivo que suele gustar muchísimo a los novios y matrimonios, sobre todo a aquellos que se declaran amantes de las plantas. Esto es debido a que hay numerosos elementos vegetales repartidos por el local.

Exceptuando los domingos y lunes, La Fábrica está abierto el resto de la semana, así que no os costará encontrar un día que os vaya bien para ir a este restaurante con tal de gozar al máximo de una velada romántica que difícilmente olvidaréis.

El buen hacer de Ricardo Temiño y del resto de miembros que forman parte del equipo de La Fábrica han dado pie a obtener dos resultados muy positivos, resumiéndose el primero de ellos en recibir un galardón bastante prestigioso: un Sol de la Guía Repsol. Por otra parte, hay que decir que este restaurante también se ha labrado un nombre gracias a los propios comensales, quienes publican en Internet reseñas muy favorables.

No es de extrañar que las parejas y los demás clientes salgan encantados de las instalaciones de La Fábrica, las cuales son muy acogedoras. Y es que el menú degustación es sabroso, variado y saludable a partes iguales. Lo mismo podemos decir de los platos que conforman la extensa carta.

La innovación es la seña de identidad de La Fábrica. De esta manera, logran trasladar a los comensales varias sensaciones que, a nivel gastronómico, nunca antes han experimentado en lo que se refiere a los sabores y las texturas.

Aunque no a todas las parejas les gusta, en líneas generales el tapeo suele entusiasmar a la mayoría de enamorados. ¿También es vuestro caso? Entonces no os lo penséis dos veces e id a La Boca del Lobo, un icónico restaurante de Burgos que tiene mucha fama por lo deliciosas que son sus tapas.

Obviando lo sabrosas que llegan a ser, también destacan por la enorme variedad, así como por las raciones tan generosas. No saldréis con hambre de La Boca del Lobo, sino más bien todo lo contrario.

En lo que respecta a las elaboraciones gastronómicas, todas ellas están basadas en la cocina castellana que tanto éxito tiene a nivel nacional. Respetando la tradición, se introducen en los platos varios toques que son sinónimos de creatividad en estado puro. El objetivo es claro: sorprender a los comensales, ofreciéndoles una experiencia que nunca antes han vivido.

Por supuesto, para acompañar las tapas no hay nada mejor que disfrutar de una buena bebida. En este sentido, la carta también presume de ser muy extensa, por lo que siempre encontraréis una alternativa que os satisfaga y que congenie con los platos por los que os decantéis.

Si vuestro presupuesto es limitado, esto no significa que tengáis que quedaros sin celebrar una velada íntima. De hecho, hay restaurantes románticos en Burgos que son bastante económicos, tal como demuestra el Carmen.

La relación calidad-precio de los platos que conforman la carta ya de por sí es muy buena, pero si os decantáis por el menú del día, alucinaréis con el precio tan barato del que hace gala teniendo en cuenta lo sabrosas que son las recetas y lo generosas que resultarán las raciones, evitando que os quedéis con hambre.

Hay que decir que los menús no solo están disponibles de lunes a viernes. Por suerte, los fines de semana también tenéis varias opciones por las que os podéis decantar. Como es de esperar, los precios suben un poco, pero merece la pena cada euro pagado.

A pesar del precio asequible pagado por los platos del restaurante Carmen, los productos que utilizan los chefs para cocinarlos son de buena calidad. Hablamos de ingredientes de temporada que son frescos, con todo lo positivo que esto conlleva especialmente para las parejas que son exigentes en lo referente a la gastronomía.

En el centro histórico de Burgos hay ubicados varios restaurantes. Uno de los más románticos es conocido bajo el nombre de Puerta Real. Se trata de un asador especializado en la cocina castellana, así que si os gustan los platos típicos de esta región, os encantarán las elaboraciones gastronómicas que preparan en dicho local.

Las instalaciones son muy acogedoras a la par que cómodas. Aunque es algo en lo que no se fijan la mayoría de clientes cuando eligen un restaurante, lo cierto es que las sillas adquieren una gran relevancia, sobre todo a la hora de disfrutar de una velada íntima que puede alargarse dos horas o incluso más. Afortunadamente, las de Puerta Real son comodísimas gracias al acolchado que tienen.

El marrón oscuro de las sillas contrasta con el blanco de la mantelería y con el beige del suelo, siempre inmaculado. Y es que la limpieza es otro punto que no conviene obviar al ir a un restaurante, siendo óptima en dichas instalaciones tanto al dar comienzo a la jornada como cuando se sirve la última de las cenas de ese día.

Hay que decir que los tres salones con los que cuenta este restaurante romántico de Burgos están bien decorados y son cálidos a más no poder. Así pues, sea cual sea aquel que se os asigne, os sentiréis bien y querréis repetir la experiencia.

¿Estáis cansados de que todo aquello que guarda relación con la cocina creativa sea sinónimo de tener que dejaros medio sueldo en una velada íntima? En El Huerto de Roque no sucede, puesto que los precios son asequibles. De hecho, os sorprenderá la cuenta cuando os la traigan.

Precisamente por la buena relación calidad-precio, este local con un toque chic suele estar lleno, sin que esto suponga tener un bajo nivel de intimidad durante el transcurso de la comida o la cena con el amor de tu vida. Es por ello que conviene llamar antes para reservar.

La estacionalidad de cada ingrediente es respetada al cien por cien. Esto significa que, dependiendo de si vais al restaurante en febrero o preferís hacerlo en pleno agosto, las propuestas culinarias disponibles en ese momento serán radicalmente distintas.

A las parejas también les encanta la parte de gastrobar con la que cuenta El Huerto de Roque. Las cervezas que se sirven son artesanas, pudiendo disfrutar al máximo de la experiencia al mismo tiempo en que se reproduce un hilo musical cuyo volumen no molesta lo más mínimo.

Es habitual que en los restaurantes se sigan las tendencias actuales. Blue Gallery, sin embargo, no solo lleva a cabo dicha acción. Por si fuera poco, también da forma a sus propias tendencias, demostrando así un espíritu innovador que lleva formando parte de la filosofía de dicho restaurante desde el momento en que abrió sus puertas hace años.

Lo primero que os sorprenderá es que el sabor de los platos, los cuales combinan tradición y vanguardismo, perdurará en vuestro paladar. Esto es fruto no solo del buen hacer por parte de los chefs, sino también de la calidad de la que presume la materia prima.

Obviando la cocina de mercado, hay otro aspecto que nada tiene que ver con la gastronomía y que gusta muchísimo a las parejas: el trato atento, servicial y rápido que dan en Blue Gallery.