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Nueva Zelanda es un país donde el medio natural tiene gran importancia, siendo uno de los principales alicientes para el turismo. En algunas regiones encontraremos interesante fauna y flora que observar, bellos parajes en los que relajarnos. En otras zonas hallaremos accidentes geológicos idóneos si lo que buscamos es una escapada para el turismo de aventura o para contemplar parajes inolvidables y peculiares. Es esto precisamente lo que veremos en la ciudad llamada Taupo, de la que hablamos hoy.
La ciudad
El nombre de Taupo procede, como tantos otros, del maorí. Hace referencia a una persona de nombre Tia, que según la tradición fue quien descubrió el enorme lago del mismo nombre. Así pues, la traducción literal es “La gran capa de Tia”. Es una ciudad pequeña, que sólo es considerada como tal desde 1989 (hasta entonces tenía la categoría de municipio), con apenas 20.000 habitantes. Uno de esos pequeños rincones con encanto que tantas veces encontramos en Nueva Zelanda.
Alojamiento en el lago Taupo
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El lago
El mencionado lago, en torno al cual se ha construido la ciudad, es el principal atractivo turístico. Es el mayor lago que podemos encontrar en Nueva Zelanda, con un total de 606 kilómetros cuadrados, y también posee una considerable altura: 357 metros con respecto al nivel del mar. Se sitúa prácticamente en el centro de la conocida como isla Norte. El río Waikato (“agua que corre” en maorí) desemboca en él; éste es, a su vez, el río más largo que podemos hallar en el país. Tanto uno como otro son dos puntos de visita obligada para cualquier turista que quiera conocer los más hermosos rincones naturales de Nueva Zelanda.
La ciudad de Taupo ha sabido explotar el interés que suscita su gran lago. En él tienen lugar todo tipo de actividades que sin duda animan a los visitantes a pasar unas cuantas horas allí: paseos en bote, puenting o el tan de moda últimamente sky diving, entre otros. También se celebran con frecuencia competiciones de pesca (la trucha y la anguila son dos de las especies que pueden encontrarse en el lago, muy codiciadas por los pescadores profesionales). La belleza de las aguas, siempre azules, y la tranquilidad de los parques que rodean el lago lo convierten en un lugar excelente para relajarse y descansar del bullicio de otras ciudades mucho más pobladas.
