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Hoy vamos a visitar el lado más dulce de Nueva Zelanda. Y es que aunque ya hemos visto anteriormente la gastronomía típica de este país, no es lo mismo hablar de platos típicos que de postres típicos. Porque siempre tenemos un hueco para el postre. Y es que debe ser una de nuestras comidas favoritas, así que te vamos a hablar de aquellos productos que suelen ser ingeridos por los neozelandeses tras la comida. Si te interesa, sigue leyendo. Pero avisamos: igual te entra hambre de repente.
Hay ciertos alimentos que comeríamos siempre. Y la comida que conforma el postre es uno de ellos: por ejemplo, en España, tenemos de postre natillas, fruta, tarta, o arroz con leche, entre otras muchas cosas. Sin embargo, podríamos también merendarlo, o picarlo entre horas, ¿verdad? Pues si estás en Nueva Zelanda a ti también te ocurrirá.
La Pavlova

Si hay algo típico de esta región del mundo, es la tarta Pavlova. No es exclusivo de Nueva Zelanda, sino que también se come en Australia, y otras zonas. Aún así, merece la pena mencionarlo, más por su aspecto, aunque también por su sabor. Parece empalagoso, pero todo depende de los gustos y de los ingredientes. La Pavlova es una tarta hecha de merengue, que puede estar acompañado de otras muchas cosas, ya sean frutas, bizcocho, o incluso gominolas y otras chucherías. Es muy sencillo de hacer, y es recomendable incluso crear esta tarta con niños, pues son unos maestros de la improvisación y del arte en sí.
El sorbete de guayaba

Pero además de ello, los neozelandeses utilizan productos autóctonos para crear otros postres y dulces. Por ejemplo, un sorbete de guayaba. Suena de lo más exótico, ¿verdad? Por supuesto, porque a pesar de que este país tiene una clara influencia británica, lo cierto es que también tiene un toque exótico típico del sudeste asiático. Por eso, no podían faltar helados, tartas o sorbetes de frutas exóticas, como es el caso del mango, o este que ya hemos mencionado. Este dulce es ideal como postre, ya que ayuda a digerir mejor la comida. Por eso, se suele tomar tras comidas verdaderamente pesadas, e incluso a modo de merienda.
Los Lamingtons

Algo que no puede faltar cuando viajes a Nueva Zelanda, es probar los famosos Lamingtons. Esto es una clara muestra de la hibridación entre la cultura original y la heredada de forma colonial. Los lamingtons son pequeños bizcochos en forma de cubo. Se compone de dos láminas, y en medio suele haber un relleno, ya sea crema, mermelada, o sin relleno, si se prefiere así. ¿Dónde está la parte exótica? Pues en el toque final, ya que se sirve espolvoreado de coco rallado. Es una mezcla de sabores inconfundible, que te encantará, porque a pesar de que las cosas nuevas no siempre suelen gustar, esto tiene un toque antiguo aristocrático y británico. Es de lo más original, y puedes llevarte algunos como recuerdos para familiares. O mejor, puedes aprender a hacerlo en casa.
Las galletas anzac

Y por último, debemos mencionar las galletas anzac. El nombre no suena nada familiar, pero es muy típico en Nueva Zelanda, y es algo heredad, en gran medida, del Imperio Británico. Como curiosidad, diremos que el nombre es un acrónimo, pues significa “Australia and New Zealand Army Corps”, ya que se crearon para mandarlas al ejército que luchó en la Primera Guerra Mundial a base de tropas de estos dos países. Es por eso que son unas galletas que suelen durar mucho, y además, tienen un gran valor energético. Son ideales para esas tardes pesadas de estudio, o después del ejercicio. Son muy simples, pero tienen muy buen sabor, pues están hechas de avena con algún toque de coco. Qué hambre, ¿verdad?