


El Zalacain se autodefine como un templo dedicado a la gastronomía. De hecho, es uno de los locales de restauración con más historia de la capital española, habiendo sido inaugurado en el año 1973. Ya por aquel entonces tenía muy buena fama entre las parejas de la ciudad madrileña, pero a día de hoy esta popularidad es mayor si cabe, acudiendo a él incluso novios y matrimonios del resto del país.
Es inevitable que al acceder al salón del Zalacain vuestros ojos se dirijan automáticamente al techo. Y no es para menos, puesto que las curvas y la iluminación del mismo son espectaculares. El resto de elementos decorativos también destacan, mereciendo una mención especial las sillas sobre todo por lo cómodas que son, invitándote a gozar de la alta gastronomía con una velada de larga duración que se os hará corta.