El restaurante Vinodol se fundó en Zagreb en el año 1965. Ya por aquel entonces contaba con una gran popularidad que, en cierta medida, le venía dada por un plato estrella. Se trata del cordero joven proveniente de una isla ubicada en las proximidades: la de Pag.

Lo tierna que estaba esa carne, así como la jugosidad y el intenso sabor, daban pie a que el éxito del Vinodol no parase de aumentar. Hoy en día, sigue siendo uno de los platos más pedidos por las parejas y los demás comensales.

Por supuesto, la carta de este restaurante romántico abarca muchos otros platos. Todos ellos son elaborados con ingredientes locales, dándoles forma con técnicas que destacan por ser innovadoras. A pesar de la originalidad de dichos procesos, la tradición se mantiene, obteniendo así una combinación única de sabores y texturas.

El local por dentro es realmente bonito, sobre todo por las bóvedas del techo. Hay multitud de rincones bastante íntimos que os permitirán mantener una charla distendida sin que las conversaciones de las otras mesas intercedan en la vuestra. Por otra parte, el servicio es muy eficaz y ofrece un trato personalizado.