Victoria no es solo un restaurante, sino también un lounge bar. Así pues, si antes o después de la comida/cena queréis degustar unos deliciosos cócteles, podréis hacerlo en la zona habilitada para ello. Aunque es posible hacerlo en el interior, os recomendamos fervientemente gozar de la experiencia en el jardín que es muy romántico, sobre todo cuando suenan las piezas de jazz en vivo.

Si como lounge bar ya de por sí es muy exitoso, como restaurante más si cabe. Y es que ofrece unas elaboraciones gastronómicas que sorprenden a los croatas y a los turistas por no ser las típicas del país. En su lugar, el chef se decanta por preparar platos que suelen ser degustados en Perú.

El ceviche con rocoto es un claro ejemplo, aunque hay muchos otros platos por los que se puede optar. Entre los más recomendables se encuentra el anticucho de pulpo.

Sorprende la rapidez con la que trabaja el servicio incluso cuando el local está lleno, lo cual es bastante habitual. Esto es debido a que, obviando la calidad de los platos y los cócteles, a todo ello se suman unas vistas espectaculares del Adriático, uno de los mares más bonitos de Europa.