


Habitualmente las marisquerías destacan sobre todo por la calidad de los productos alimenticios que ofrecen, pero en el caso del restaurante Serantes también consigue hacerlo transmitiendo sensaciones marineras a través de un local muy bien decorado.
En las paredes se muestran algunas pinturas en forma de mosaicos que recrean algunas escenas típicas del mar, tales como la de una pareja de pescadores manejando las redes de su respectiva embarcación.
Hablando de parejas, todas ellas están muy a gusto en el Serantes tanto por lo acogedor que es el local como por la deliciosa experiencia gastronómica que supone el hecho de disfrutar de los platos que forman parte de su carta.
Dependiendo de la época en la que decidáis acudir al Serantes os encontraréis con una carta y unos menús que cambiarán de manera considerable. Por ejemplo, en verano podréis pediros almejas de carril y bonito del norte, mientras que en invierno gozaréis del sabor de la lubina, las ostras, el besugo, etcétera.