Lo primero que llama la atención de este restaurante romántico de Madrid es los galardones que ha recibido. Concretamente hablamos de una estrella Michelin, así como de dos Soles otorgados por la Guía Repsol. Ello es un claro indicativo de la calidad que tienen todos los platos servidos.

Hablando del local en sí, es sorprendente que haya tres ambientes en unas mismas instalaciones. Están repartidos a lo largo de dos plantas, por lo que indistintamente del tipo de velada en la que hayáis pensado, podréis experimentarla eligiendo bien la zona del Saddle en la cual tendrá lugar.

Si lo que queréis es una comida o cena con la mayor intimidad posible, los reservados se convierten en la mejor elección posible. Hay cinco en total que se distribuyen en una planta entera, por lo que el espacio existente entre ellos es bastante generoso.

En lo referente al aspecto puramente culinario, en el Saddle se combinan técnicas más bien tradicionales con algunas que son bastante vanguardistas. El resultado es sorprendente y gusta muchísimo a las parejas que eligen este local.