Una experiencia gastronómica única dentro de la vieja ermita de Santa Agnès, erigida en el siglo XVIII. Un ambiente que rebosa clase y tradición, ubicado en la carretera a Santa Agnès a las afueras de Sant Antoni.

En el interior, el enorme salón con altos arcos, piedra expuesta y grandes candelabros metálicos suspendidos, es muy grande, mientras que en el exterior la bonita terraza con jardín y mesas iluminadas por velas crea un agradable ambiente romántico para las noches de verano.