


La creatividad es sacada a relucir en todos los platos de alta cocina que se sirven en el Ricard Camarena. La innovación que ponen en práctica los chefs puede ser disfrutada al máximo gracias a que la cocina permanece a la vista de los comensales.
Todas las parejas quedan asombradas con la capacidad creativa de los cocineros, quienes buscando nuevos sabores pero respetando los de los diversos productos que utilizan acaban dando forma a nuevas sensaciones gastronómicas.
El Ricard Camarena tiene un especial respeto no solo por el producto kilómetro cero, sino también por la tierra de la que proviene y el productor que se encarga de hacérselo llegar al restaurante. Dicha relación es sinónima de sostenibilidad.
A pesar de ser un dos estrellas Michelin, ello no se traduce en raciones escasas. Todo lo contrario: los platos son abundantes y están muy bien presentados, por lo que gozaréis al máximo de una experiencia gastronómica que no os dejará indiferentes.
En lo referente al local, lo que más destaca de él es la altitud de sus techos, lo cual transmite una gran sensación de amplitud. Por otra parte, el personal es atento y servicial.