En el centro histórico de Burgos hay ubicados varios restaurantes. Uno de los más románticos es conocido bajo el nombre de Puerta Real. Se trata de un asador especializado en la cocina castellana, así que si os gustan los platos típicos de esta región, os encantarán las elaboraciones gastronómicas que preparan en dicho local.

Las instalaciones son muy acogedoras a la par que cómodas. Aunque es algo en lo que no se fijan la mayoría de clientes cuando eligen un restaurante, lo cierto es que las sillas adquieren una gran relevancia, sobre todo a la hora de disfrutar de una velada íntima que puede alargarse dos horas o incluso más. Afortunadamente, las de Puerta Real son comodísimas gracias al acolchado que tienen.

El marrón oscuro de las sillas contrasta con el blanco de la mantelería y con el beige del suelo, siempre inmaculado. Y es que la limpieza es otro punto que no conviene obviar al ir a un restaurante, siendo óptima en dichas instalaciones tanto al dar comienzo a la jornada como cuando se sirve la última de las cenas de ese día.

Hay que decir que los tres salones con los que cuenta este restaurante romántico de Burgos están bien decorados y son cálidos a más no poder. Así pues, sea cual sea aquel que se os asigne, os sentiréis bien y querréis repetir la experiencia.