En el año 1971 el restaurante Nou Manolín empezó su actividad. Ya por aquel entonces seleccionaba una materia prima que presumía de una sobresaliente calidad, dando comienzo a una fama que todavía conserva a día de hoy.

La técnica puesta en práctica por los cocineros del Nou Manolín da pie no solo a unos platos sabrosos, sino también a una presentación perfectamente cuidada. Las parejas suelen valorar mucho este detalle, así que si también es vuestro caso quedaréis encantados con el aspecto visual que tendrá todo aquello que pidáis.

Uno de los aspectos que más llaman la atención del local es sin duda alguna el techo, el cual se despide de la rectitud habitual. Los puntos de luz ubicados en el centro de cada parte cuya forma recuerda a la de los paraguas aportan un toque romántico a unas instalaciones ideales para parejas de todas las edades.

Es importante tener en cuenta que el salón requiere reserva, aunque algunas parejas optan por comer en la barra. Sin embargo, la alternativa romántica del salón es más recomendable sobre todo por la gran intimidad que da a novios y matrimonios.