En la Rúa San Miguel de Orense hay unos cuantos restaurantes. Algunos de ellos son muy románticos, tal como demuestra el Monterrey. Si sois de esas parejas a las que les encantan las carnes a la parrilla, así como las tapas en general que tanto se disfrutan comiéndolas junto a otras personas, no os lo penséis y reservad mesa.

A diferencia de otros restaurantes, el local es bastante más sencillo, aunque esto no implica que no podáis disfrutar de una buena decoración. Por ejemplo, en las paredes hay colgados diversos cuadros, siendo algunos de ellos realmente atractivos. Por otra parte, el color negro de las columnas contrasta con el blanco de las paredes y el techo, generando una atmósfera cálida y luminosa en combinación con la madera del suelo.

Desde el primer momento os sentiréis como en casa al ir al Monterrey. Esto es fruto no solo de lo acogedor que es el local, sino también del tipo de trato que dan los profesionales que forman parte de su equipo: cercano, amable y servicial.

Si no sabéis qué pediros, el servicio os hará una serie de sugerencias para que acertéis al tomar la decisión. En nuestro caso, salimos encantados con las tapas que probamos, especialmente el lacón asado con salsa barbacoa y las croquetas caseras.

Ahora que hemos mencionado la palabra ‘caseras’, llega el momento de profundizar en los postres. Todos son de elaboración artesanal, así que gozaréis de un sabor exquisito y de una textura única si culmináis la velada romántica con cualquiera de ellos: flan de queso con salsa de frutos rojos, crema catalana, crepes rellenos, tarta de queso horneada, etcétera.