


Vitoria es una de las poblaciones del País Vasco en las que mejor se come. Un claro ejemplo de ello es el del Mano Lenta, un restaurante cuyo nombre lo dice todo. Y es que sus cocineros tratan con mimo con todos y cada uno de los ingredientes, los cuales son de temporada.
En los fogones se toman todo el tiempo que sea necesario para dar forma a las elaboraciones gastronómicas que tan buenas críticas llevan años cosechando. Cocinar con mimo da pie a que los platos, a nivel visual y en términos tanto de sabor como de textura y aroma, sean únicos.
Es difícil recomendar tan solo unos platos de la carta, ya que todos ellos son deliciosos. Sin embargo, no podemos dejar pasar la oportunidad de hablar del que, bajo nuestro criterio, es uno de los postres más deliciosos de los que hemos degustado nunca. Nos referimos a la tarta de queso.
Cuando terminamos de comer, preguntamos al camarero que nos atendió -muy servicial y amable-, quien nos sugirió dicho postre. Acertamos de lleno. De hecho, quisimos dejar constancia de lo mucho que nos había gustado, pero nos topamos con ingentes cantidades de reseñas en Google que afirmaban lo mismo. Así pues, daréis en el clavo poniendo fin a la velada romántica comiéndoos una inolvidable tarta de queso.