Lo primero que llama la atención del Madruelo es su ubicación. El emplazamiento es privilegiado a más no poder, ya que la casa cacereña construida hace un par de siglos se encuentra entre dos lugares tan emblemáticos de la ciudad como son la iglesia de Santiago y la icónica Plaza Mayor.

Es uno de los restaurantes con más historia de toda Cáceres. Con el paso del tiempo se ha acabado convirtiendo en un clásico que entusiasma a las parejas, aunque lo cierto es que también acuden a estas instalaciones otros tipos de comensales como familias y grupos de amigos.

Si sois novios o ya habéis contraído matrimonio y queréis deleitaros con una buena velada íntima, daréis en el clavo eligiendo el Madruelo. Y es que en primer lugar tendréis a vuestra disposición una carta extensa que abarca platos tan buenos como el carpaccio de retinto, los escalopines de foie con manzana caramelizada, el bacalao marinado al aceite de ajo, los chipirones encebollados y la lubina con boletus.

Si preferís optar por los menús, también acertaréis, ya que hay varios disponibles, incluyendo uno que ha sido concebido para las parejas y los demás comensales que se declaran amantes de los quesos.