


Las típicas construcciones blancas de Santorini con sus techos azulados pueden contemplarse junto a las vistas acuáticas acudiendo al Lotza con el amor de tu vida. Desde el primer momento seréis recibidos con una sonrisa de oreja a oreja, ya que el personal del restaurante es muy amable.
Debido a la ubicación del Lotza, en ocasiones el sol puede ser un poco molesto, sobre todo si vais a Santorini en plena estación veraniega. Y es que a pesar de estar techado, por el lateral incide el astro rey, así que es preferible ir a una hora en la que el sol se encuentre justo encima.
Más allá de este pequeño aspecto negativo, todo lo restante es muy positivo: desde el servicio hasta la gastronomía. Hay varios platos que llamarán poderosamente vuestra atención, pero si admitís sugerencias, os recomendamos tanto la pasta carbonara como el queso feta con miel.
Teniendo en cuenta las vistas a la Caldera que analizamos en nuestro artículo de qué ver en Santorini en 2 días y lo buena que está la comida, cabría esperar una cuenta abultada, pero nada más lejos de la realidad. Los precios son más que razonables.