No sorprende que L’Épuisette cuente con una Estrella Michelin, un galardón otorgado por la guía más prestigiosa del ámbito de la restauración. Y es que en este restaurante romántico de Marsella apuestan por la alta cocina, trabajando con mucho mimo tanto las recetas como la presentación de todos y cada uno de los platos.

Aunque no es habitual que un restaurante reciba dicho reconocimiento tan solo cuatro años después de su apertura, L’Épuisette lo consiguió. En gran medida, esto fue fruto de la enorme calidad que tenía la materia prima utilizada en los fogones, una característica que sigue definiendo a la perfección a dicho local.

Guillaume Sourrieu, a lo largo de todos estos años, ha ido haciendo amigos y conocidos en el puerto conocido como Vallon des Auffes. Esto deriva en que estos contactos le proporcionen unos ingredientes de primera calidad.

Obviando el factor gastronómico que tanta relevancia adquiere al comer o cenar en un restaurante, hay que decir que L’Épuisette destaca adicionalmente por ofrecer unas vistas espectaculares. Si vais a cenar muy pronto en verano, podréis contemplar un atardecer que difícilmente olvidaréis, poniéndose el sol sobre un mar cuyo color azul os cautivará.