


Desde el primer momento en que se ponen los pies en Las Torres, se evidencia que es un restaurante muy familiar. De hecho, incluso si vais por primera vez, os tratarán como si os conocieran de toda la vida. El trato recibido por los responsables y todos los miembros en general que forman parte de su equipo es cercano, profesional y muy servicial.
Los hermanos Abadía llevan desde el año 1989 aumentando la fama de un local que tiene excelentes valoraciones en la red. De hecho, muchas parejas se fijan en este aspecto a la hora de decidirse por Las Torres. Y no es para menos, ya que pocos restaurantes de Huesca atesoran una puntuación media tan alta.
Para las parejas es muy recomendable pedir el menú degustación. Su relación calidad-precio es casi imposible de mejorar. De hecho, el precio está bastante ajustado valorando la calidad, cantidad y presentación. En este sentido, es muy destacable que algunos platos se presentan suspendidos en el aire haciendo uso de elementos como tenedores.
A nivel visual, sorprende la presencia de una especie de columna en medio del comedor. La misma es utilizada como si de una pequeña bodega se tratase, mostrando las botellas de vino disponibles, mientras que la parte inferior es aprovechada para colocar las copas.