Los orígenes de «La Alquería» se remontan a un pequeño pueblo de la costa valenciana, donde los vientos mediterráneos esparcen el olor de la flor de azahar y la huerta proporciona los mejores ingredientes de la cocina del Levante.
En la Alquería de la Comptessa creció la Marola, seducida desde pequeña por la alquimia de los fogones de su casa, donde las estaciones marcaban el gusto del arroz que se cocinaba y cada comida era una fiesta.
La pasión por la cocina llevó a Marola hasta tierras gerundenses y el azar quiso que conociera Joan, profesional de la restauración, a quien animó en este proyecto. Desde el año 2007, el humo de las cacerolas de la Alqueria esparce todo el aroma de la hora valenciana y del arroz cocinado como se ha hecho siempre en la llanura de Gandia.