Si bien es cierto que lo más importante al ir a un restaurante es la calidad de la comida y el servicio, unas buenas vistas pueden suponer un gran plus. En este sentido, pocos locales de Cuenca son tan privilegiados como La Terraza. Y es que se encuentra en un hotel emplazado en un lugar que permite apreciar una gran parte del municipio conquense.

Ya de por sí de día es plenamente disfrutable la experiencia, pero si organizáis una cena romántica, alucinaréis al ver la catedral y otros edificios de la ciudad iluminados en plena noche.

No importa si sois más bien tradicionales u os gustan los platos vanguardistas. En los dos casos, quedaréis completamente satisfechos degustando las elaboraciones gastronómicas de La Terraza.

Aunque los platos respetan la historia culinaria de la región, los chefs y cocineros plasman su imaginación y creatividad en los platos para lograr sorprender a todos los comensales.