Bienvenidos a uno de los restaurantes románticos de Gijón con más tradición. Y es que fue inaugurado en el año 1891, siendo conocida esta casona de piedra por lo bien conservada que está y la buena experiencia gastronómica que supone el hecho de acudir a ella.

Las columnas hechas de madera dan un empaque especial a la estructura, la cual destaca no solo por dentro. Es habitual que los restaurantes sean más bien románticos en su zona interior, pero en este caso la velada es romántica también en la parte exterior.

En los dos casos el trato es impecable. De hecho, incluso desde el momento de la reserva ya se evidencia este aspecto tan positivo, preguntando a los comensales si tienen una idea sobre qué comerán. De esta manera se aseguran de tener listo el plato en cuestión, por ejemplo el exitoso roast beef.

Las carnes son de gran calidad, así como las guarniciones como el puré de patatas, amén del resto de platos que forman parte de la gastronomía asturiana.