


Este local es uno de los que enamoran a primera vista a las parejas de todas las edades. Al acceder a él por primera vez quedaréis asombrados con lo luminoso que llega a ser, así como con el atractivo que desprende. Ninguna otra decoración de La Coruña es tan bonita como la de La Marina.
En las paredes hay piedra de tonalidad clara que combina con el blanco de las paredes y el techo, del cual cuelgan varios ventiladores que dan pie a que la temperatura en el interior siempre sea óptima. Por otra parte, el beige de la mitad inferior de las paredes es idéntico al de las mesas.
Continuando con lo referente a los colores, es destacable que las sillas son grises y rosas, siendo un claro indicativo de que es un local perfecto para las parejas. Además, dicha tonalidad rosada hace juego visual con la de los cerezos florecidos que hay en el mismo interior del local.
La decoración no lo es todo, siendo conscientes en La Marina de que han de ofrecer mucho más si quieren seguir teniendo la buena fama de la que llevan tiempo haciendo gala. Es por este motivo que no dudan en servir platos con una muy buena relación calidad-precio.
Las raciones servidas en La Marina son ideales para compartir con tu pareja, demostrándolo a la perfección los mejillones rellenos, las anchoas del cantábrico con queso de Arzúa y las croquetas caseras de jamón. Por otra parte, la cantidad de comida es generosa al pedir desde el lenguado del día a la plancha hasta el entrecot de ternera suprema gallega.