Cuando lleguéis a La Maja de Altea tendréis que decidir y no será fácil: ¿dentro o fuera? La terraza exterior con un ambiente de puro lounge ofrece unas vistas marítimas muy difíciles de superar. Sin embargo, por dentro el local presume de una decoración bien elegida, demostrándolo el árbol con puntos de luz que genera una atmósfera tan acogedora como cálida.

En los dos casos estaréis cómodos gracias a lo confortables que son las sillas, las cuales disponen de reposabrazos. Por otra parte, disfrutaréis de la creatividad, la cual queda plasmada tanto en los cócteles como en los platos. Más allá de la carta hay disponible un menú del día que es bastante variado. Así pues, a diferencia de otros menús, no tendréis dificultades para elegir debido a la falta de opciones, sino más bien todo lo contrario.

Es destacable la amabilidad del personal, el cual hace sugerencias muy acertadas en base a vuestras preferencias. Las parejas quedan encantadas con el trato recibido, así como con el sabor de platos como el puré de calabaza y boniato, el codillo y el estofado de plátano con brownie y helado de vainilla, un postre exquisito que pondrá el punto final a una velada romántica que nunca olvidaréis.