Para disfrutar al máximo de una velada romántica no hay nada como gozar de unas maravillosas vistas como las que ofrece La Cala. Y es que este restaurante se encuentra en un privilegiado emplazamiento. Tanto es así que los enamorados que acuden a dichas instalaciones no pueden evitar sacar el móvil con tal de inmortalizar un escenario acuático que es digno de la mejor de las postales.

Gracias al ficus de considerable tamaño, la sombra está asegurada, por lo que si decidís comer en lugar de cenar, no lo pasaréis mal por culpa del sol. Al contrario: estaréis muy a gusto en todo momento, ya que la terraza es acogedora a más no poder, sobre todo la parte que está acristalada.

Las vistas no son lo único que han dado pie a que, a lo largo de las más de dos décadas que lleva en activo, coseche un gran éxito. A la lista hay que sumar la perfecta combinación de vanguardismo y tradición. Estos dos términos parecen incompatibles entre sí, ¿verdad? Lo cierto es que no, tal como demuestra La Cala.

En La Cala tienen muy claro que el éxito de un restaurante es imposible sin proporcionar un resultado gastronómico que sea de calidad. Es por este motivo que recurren a los productos de mercado para elaborar platos como la paella y numerosos pescados.