


Si sois de esas parejas que os fijáis mucho en las vistas a la hora de elegir entre un restaurante romántico u otro, no dudaréis en decantaros por el Ivette, ubicado en una de las calas más bonitas de Menorca: Morell. A través de los arcos del comedor podréis observar el mar desde un punto bastante elevado y privilegiado, deleitándoos con las tonalidades turquesas y azul marino que están presentes en el agua.
Precisamente es el propio entorno acuático lo que da pie a que el comedor esté tan iluminado durante gran parte del día. Por supuesto, por la noche el Ivette también es plenamente disfrutable, aumentando si cabe el nivel de intimidad de la velada romántica.
Gracias a los cojines, estaréis muy cómodos en los bancos, aunque también podéis optar por sillas que cuentan con reposabrazos. De todos los platos que sirven, uno de los más recomendables y que es fácilmente compartible con tu pareja es el de los langostinos en tempura.