Ir al restaurante Gatsby supone mucho más que el simple hecho de gozar de una velada gastronómica. La experiencia en este local es diferente a la que ofrecen el resto de negocios de restauración, siendo un claro ejemplo de ello el espectáculo que tiene lugar durante el transcurso de la cena. En concreto es un cabaret que destila glamour por todos los poros.

Lo primero que debéis tener en cuenta es que su código de vestimenta es de tipo elegante. Es decir, conviene ir bien vestidos, lo cual no sorprende al tratarse de unas instalaciones de categoría.

Por otra parte, el estilo culinario es vanguardista, por lo que probaréis sabores que seguramente nunca hayáis degustado antes, experimentando nuevas sensaciones que sin duda alguna querréis repetir en un futuro.

El modernismo no solamente está presente en la comida, sino también en el local en sí, demostrándolo su decoración. Es difícil lograr transmitir una imagen de vanguardia con unas instalaciones inspiradas en 1920, pero lo cierto es que Gatsby lo consigue.