


En Pamplona hay una plaza de toros en una zona bastante céntrica. No es lo único que se emplaza en dicho lugar, ya que a la lista se suma un restaurante que, por motivos evidentes, recibe el nombre de El Burladero.
Como es de esperar, la temática taurina está muy presente en todo el local. Por ejemplo, un cuadro de dos toreros preside el comedor que, además, destaca por estar perfectamente decorado. El beige del suelo combina a la perfección con el gris tanto de las sillas como de las paredes. ¿El resultado? Un local que es acogedor y cálido a más no poder.
Por otra parte, en las instalaciones no faltan varias botellas de vino que están colocadas en unos estantes bien iluminados para que las parejas y el resto de comensales puedan admirarlas mientras degustan los platos de la carta.
Hablando de ella, hay que decir que es bastante extensa. Lo mismo podemos decir del menú que no solo se sirve de lunes a viernes, sino también los fines de semana -pagando por supuesto un plus que merece mucho la pena-. La lista de entrantes, segundos y postres es muy amplia, así que no tendréis dificultades para encontrar aquello que deseéis.