La mantelería blanca y las sillas de tonalidad rojiza generan una atmósfera puramente romántica. Es por este motivo que en el restaurante Dávalos de Guadalajara se dejan ver muy habitualmente parejas de todas las edades: desde novios jóvenes hasta matrimonios que llevan incontables años unidos.

El vínculo de amor que une a las parejas se estrecha más si cabe comiendo o cenando en el Dávalos, sobre todo cuando prueban los platos servidos con amabilidad y rapidez. La carta es amplia y variada, aunque aquello que atrae a muchísimos clientes es principalmente el menú.

Por un precio más que razonable, los comensales pueden degustar un primero y un segundo -eligiendo en ambos casos entre cuatro alternativas distintas-, amén de pan para acompañar, un delicioso postre o café al final y, durante el transcurso de la velada íntima, una bebida.