Uno de los motivos por los que tantos viajeros deciden visitar Budapest se resume en la presencia del río Danubio y de varios monumentos emblemáticos como el Castillo de Buda. ¿Sabías que hay restaurantes que ofrecen vistas a ambos elementos? Efectivamente, siendo un claro ejemplo el conocido como Corso.

Aunque las vistas son su principal aliciente, este restaurante romántico va más allá destacando por otros aspectos positivos como su decoración, la cual es sinónima de elegancia en estado puro. A su vez, el personal es hospitalario, logrando que todas las parejas se sientan acogidas desde el minuto uno en las instalaciones cómodas, espaciosas y bien decoradas.

Los ingredientes de los que hacen uso los chefs del Corso son frescos, con lo positivo que ello conlleva. Además, son de temporada, elaborando así unos platos que presumen de un alto nivel de calidad. A pesar de lo innovadoras que resultan algunas recetas, los sabores tradicionales son preservados gracias al buen hacer de unos cocineros muy experimentados.