Si tuviéramos que quedarnos solo con un aspecto positivo del Belvedere, sería imposible. Y es que todo aquello que está relacionado con este restaurante es maravilloso, desde las vistas hasta la presentación de los platos. Vamos a empezar hablando precisamente del primer factor sacado a colación.

Las vistas que ofrece el Belvedere son espectaculares. Gracias a la altura con la que cuentan las instalaciones, no solo veréis el mar Mediterráneo, sino también una buena parte de esta ciudad que tanto éxito tiene a nivel turístico. También divisaréis la zona montañosa más próxima.

Aunque lo que desearéis es ingerir las recetas tan sabrosas que prepararán los chefs, también querréis encontrar un momento para sacar fotos memorables tanto de las vistas como de los platos. Si la skyline acuática es espectacular, algo similar podemos decir de la presentación de cada plato. Ningún otro restaurante romántico de Benidorm cuida tanto este aspecto como lo hace el Belvedere.