


Si os gusta comer bien, acertaréis de lleno yendo al Bazul. Y es que los ingredientes utilizados en la cocina son de temporada y de productores próximos, con todo lo positivo que esto conlleva. Además, la materia prima presume de una muy buena calidad. Así pues, no es de extrañar que el sabor de los platos y la textura satisfagan a las parejas cuyo nivel de exigencia es mayor.
En líneas generales, las parejas que son exigentes no solo lo son con la comida, sino también con otros aspectos. ¿Es vuestro caso? Entonces os encantará Bazul. Los vinos son excelentes y maridan a la perfección elaboraciones gastronómicas como el cabrito frito que tantísimo gusta a los comensales, amén de las borrajas.
La cocina tradicional, es decir, la que se elaboraba en Huesca hace muchos años -especialmente los pucheros-, forma parte de la esencia de Bazul. Es por ello que, en la carta, hay una gran cantidad de guisos, pudiendo elegir entre diversas legumbres.
Hablando del local en sí, las instalaciones de Bazul son acogedoras a más no poder. El gris azulado por el que se ha optado para decorar el restaurante romántico es todo un acierto, ya que combina a la perfección con los blancos de las paredes y de la mantelería.