En el Baos Greek tienen muy claro lo que hay que hacer para triunfar como restaurante en Mykonos: los productos pasan directamente de la granja a la mesa. Así pues, estamos ante unos ingredientes de proximidad que destacan por ser frescos a más no poder y por hacer gala de una gran calidad.

Lo demuestran a la perfección sobre todo los pescados, los cuales son obtenidos en las proximidades de Mykonos. Pescadores con mucha experiencia son los encargados de hacerse con las mejores unidades que posteriormente son cocinadas en el Baos Greek. Algo similar sucede con las piezas de carne, así como con las aves de corral.

Obviando la frescura y la calidad de los productos de temporada, el Baos Greek también destaca por respetar al máximo la cocina griega sin que ello suponga renunciar a la contemporaneidad. Los platos de marisco y todos los demás que conforman su extensa carta tienen un toque vanguardista único.

La ladera en la que se ubica el Baos Greek permite apreciar con claridad uno de los monumentos más emblemáticos de Mykonos: los molinos de viento de Little Venice. Por si fuera poco, también se divisa el mar, convirtiéndose así en un restaurante muy romántico sobre todo cuando el sol se pone y permite contemplar un atardecer espectacular.