Cuando hablamos sobre qué ver en Budapest, trajimos a colación un monumento: el Parlamento. ¿Sabías que puede observarse desde un restaurante muy romántico de la ciudad? En efecto, el cual es conocido bajo el nombre de Aranybástya.

Al estar en un lugar de Buda bastante elevado, ofrece unas vistas privilegiadas no solo del citado monumento, sino también de otras espectaculares zonas de la ciudad. Además, mientras las contempláis, escucharéis de fondo una música que es perfecta para amenizar las veladas íntimas.

La atención que se recibe durante la experiencia gastronómica es excelente en todos los sentidos. El personal hace todo lo posible con tal de que cada comensal quede cien por cien satisfecho. Lo cierto es que lo consigue, en gran medida por sus buenas recomendaciones y sugerencias.

En nuestro caso, nos insistieron en que, en base a los gustos que les comunicamos, no podíamos perdernos dos recetas en concreto: las carrilleras guisadas en vino tinto, amén de la tarta de queso con manzana y caramelo. La elección fue la mejor posible. Eso sí, hay que decir que los precios no son aptos para todos los bolsillos.