


Calidez es la palabra que mejor define al restaurante Amarika de Vitoria. Esta característica es vista con muy buenos ojos por las parejas, ya que les hace sentir bien durante el transcurso de la comida o la cena. La sensación es tan cálida por el color de las sillas que combina con el marrón de las mesas, el suelo y otros elementos importantes del local como el techo.
Las mesas redondas son ideales para comer en pareja, aunque también podéis optar por sentaros en el banco que, al estar acolchado, proporciona una impagable comodidad.
Los pintxos que se sirven en el Amarika son deliciosos, especialmente los de tortilla y los de pulpo. Como es de esperar, las croquetas también son recomendables, entusiasmando a los enamorados y demás comensales por su textura y sabor. Obviando la carta, también tenéis a vuestra disposición el ‘Menú Amarika’ que destaca por ser muy completo.