


No es de extrañar que el restaurante Ajonegro haya hecho acto de presencia en dos guías tan respetadas en el ámbito gastronómico como son la Michelin y la Repsol. Y es que todos los productos que obtienen de sus proveedores son de temporada, por lo que la carta va variando en función precisamente de los cambios que se producen durante el transcurso de cada estación.
En lo que respecta a los galardones, no se conformó con aparecer en una de las guías, sino que acabó obteniendo la preciada Estrella Michelin. Cuando probéis sus platos sabréis por qué tiene tanta fama: la calidad y la presentación son exquisitas.
La carta es variada y está pensada para satisfacer todos los gustos: puerro confitado y romesco mexicano -la gastronomía azteca está muy presente en la carta del Ajonegro-, steak tartar de vaca nacional, quesadillas de pato con mole, salmonete marinado y un larguísimo etcétera.