Desde el primer instante en que accedáis al interior de este local os daréis cuenta de lo acogedor que llega a ser, disfrutando de principio a fin de la intimidad que necesitáis para disfrutar de una velada romántica, indistintamente de si se trata de una comida o una cena.

El Agua Salada es un restaurante que ofrece cocina de mercado, especializado en recetas tradicionales, aunque de vez en cuando también ofrece platos más bien propios de la gastronomía internacional.

Uno de los detalles que más llaman la atención de los comensales es lo generosas que son las raciones del Agua Salada. Es por ello que se agradece una modalidad de la que no disponen muchos restaurantes románticos de Santander: las medias raciones -aunque ciertos platos solo se sirven con una única ración que siempre tiene la misma cantidad-.

Los productos de temporada son frescos y se sirven con una presentación que entusiasma a todas las parejas, sean cuales sean sus edades, gustos y preferencias a nivel visual. Así lo demuestran algunas elaboraciones como el pastel de rabo de buey y berenjena con queso de cabra, además de los raviolis rellenos de cigalas con salsa de cava y huevas de pez volador.