10 restaurantes románticos en Huesca

¿Os gusta la alta cocina? Si habéis respondido afirmativamente, hay un restaurante romántico de Huesca que no os podéis perder bajo ningún concepto. Nos referimos al Lillas Pastia.

La alta calidad de sus elaboraciones gastronómicas le han llevado a obtener dos reconocimientos muy prestigiosos: una Estrella Michelin y un Sol que otorga la guía Repsol. Este factor llama poderosamente la atención de aquellas parejas que tienen paladares exigentes y quieren satisfacer sus necesidades con platos bien preparados que presuman de una exquisita calidad.

Precisamente esto es lo que ofrece el Lillas Pastia. Y es que estamos ante un restaurante en el que elaboran cocina de autor utilizando ingredientes de Aragón, entre los que destaca la trufa. Dicho producto alimenticio está presente en muchas de las recetas que elabora un prestigioso chef. Se trata de Carmelo Bosque, quien tiene una dilatada trayectoria a sus espaldas.

Obviando la gastronomía, hay otro aspecto destacable que merece una mención especial: las instalaciones en sí. Lo primero a reseñar es la ubicación, puesto que está en pleno centro de la ciudad. Por otra parte, es impresionante el edificio en el que se encuentra, el cual hace gala de un inconfundible estilo modernista.

Si no lo sabéis, os lo decimos nosotros: en Huesca se come de maravilla. Lo demuestra perfectamente el hecho de que en dicha ciudad hay varios restaurantes que han sido premiados tanto por la Guía Michelin como por la de Repsol. Uno de ellos es conocido bajo el nombre de Tatau.

Una Estrella Michelin y un Sol: estos son los reconocimientos tan importantes que ha obtenido Tatau. Los expertos de ambas guías quedaron maravillados al valorar su experiencia, aunque no son los únicos. Y es que a las parejas también les encanta comer o cenar en estas instalaciones.

Antes de hablar de ellas, como no puede ser de otra manera toca profundizar en el factor gastronómico. La calidad de los platos es inmejorable. Si a este factor le sumamos la cuidadísima presentación, no sorprende que incluso los clientes que son muy exigentes salgan encantados.

Ahora sí, toca profundizar en las instalaciones. La combinación de tonalidades rojizas y oscuras genera una atmósfera romántica que entusiasma a los enamorados. Por otra parte, si os gusta la cultura pop estaréis en vuestra salsa, ya que hay varios elementos repartidos por el local: desde cuadros hasta varias figuras de Star Wars.

Lo primero que llama la atención de Flor de Huesca es que no solo pone a disposición de los comensales unas cómodas sillas, sino también unos bancos acolchados justo al lado de ciertas mesas. Esto gusta particularmente a las parejas, ya que antes o después de la comilona, así como durante el transcurso de la misma, pueden sentarse ahí para seguir manteniendo una amena charla en una postura más romántica e íntima.

No es lo único que gusta muchísimo a los enamorados. A la lista hay que sumar la presentación: muy cuidada y bonita. Se evidencia al pedir tanto postres como cualquier plato de la carta. Ahora que la mencionamos, es un buen momento para decir que es lo suficientemente extensa como para que encontréis unas cuantas alternativas gastronómicas que sean de vuestro agrado.

Si la relación calidad-precio de la carta es buena, más si cabe en caso de recurrir al menú, incluso si optáis por disfrutar de él en fin de semana -dos días en los que se encarece el precio-. Teniendo en cuenta la variedad de primeros y segundos, así como el hecho de que se incluye pan, vino, agua y postre, la cuenta os parecerá muy barata sobre todo si valoráis también la calidad de los platos.

Degustar la cocina que tradicionalmente se lleva a cabo en Aragón es posible en varios restaurantes de Huesca, pero si quieres nuestra opinión, uno de los que más merecen la pena -especialmente si vas con tu pareja- es El Origen.

¿Por qué nos gusta tanto? Primeramente, el hecho de ser tradicionales no implica que no innoven, sino todo lo contrario: todos sus platos presumen de un punto de creatividad que sorprende. Así lo demuestra la presentación, amén de las texturas y los sabores de los platos.

Hablando de ellos, es reseñable la buena calidad que tienen todos los que hemos probado. Esto no es de extrañar teniendo en cuenta que utilizan productos de temporada que, en casi todos los casos, provienen de productores de Aragón que no son multinacionales, sino todo lo contrario. Por ende, la calidad es sobresaliente.

Gracias a los aspectos tan positivos que hemos sacado a colación, El Origen tiene el privilegio de hacer acto de presencia en dos guías de gran renombre dentro del ámbito de la restauración: Michelin y Repsol.

Desde el primer momento en que se ponen los pies en Las Torres, se evidencia que es un restaurante muy familiar. De hecho, incluso si vais por primera vez, os tratarán como si os conocieran de toda la vida. El trato recibido por los responsables y todos los miembros en general que forman parte de su equipo es cercano, profesional y muy servicial.

Los hermanos Abadía llevan desde el año 1989 aumentando la fama de un local que tiene excelentes valoraciones en la red. De hecho, muchas parejas se fijan en este aspecto a la hora de decidirse por Las Torres. Y no es para menos, ya que pocos restaurantes de Huesca atesoran una puntuación media tan alta.

Para las parejas es muy recomendable pedir el menú degustación. Su relación calidad-precio es casi imposible de mejorar. De hecho, el precio está bastante ajustado valorando la calidad, cantidad y presentación. En este sentido, es muy destacable que algunos platos se presentan suspendidos en el aire haciendo uso de elementos como tenedores.

A nivel visual, sorprende la presencia de una especie de columna en medio del comedor. La misma es utilizada como si de una pequeña bodega se tratase, mostrando las botellas de vino disponibles, mientras que la parte inferior es aprovechada para colocar las copas.

Bienvenidos a un mesón oscense que abrió sus puertas en el año 1985. No tardó en alcanzar un alto nivel de popularidad por lo variada que era -y sigue siendo- la carta, así como por su menú cuya relación calidad-precio es imbatible.

Hablando de la carta, tienen una importante presencia los platos elaborados con ingredientes que provienen de los valles de Huesca. Claros ejemplos son el canelón de ternasco y las costillas de cordero, destacando ambas elaboraciones por su Denominación de Origen: Aragón.

Eso sí, no penséis que solo hay carnes. La carta va más allá abarcando también varios productos del mar. Merecen una mención especial los deliciosos arroces, amén del tataki de atún.

En caso de que seáis una pareja a la que le gusta mucho hacer cenas románticas, tenéis que saber que solo podréis disfrutar de ellas los viernes y sábados. El resto de días de la semana -exceptuando los lunes en los que el restaurante está cerrado-, Doña Taberna abre solo para desayunar y comer.

Si os gusta comer bien, acertaréis de lleno yendo al Bazul. Y es que los ingredientes utilizados en la cocina son de temporada y de productores próximos, con todo lo positivo que esto conlleva. Además, la materia prima presume de una muy buena calidad. Así pues, no es de extrañar que el sabor de los platos y la textura satisfagan a las parejas cuyo nivel de exigencia es mayor.

En líneas generales, las parejas que son exigentes no solo lo son con la comida, sino también con otros aspectos. ¿Es vuestro caso? Entonces os encantará Bazul. Los vinos son excelentes y maridan a la perfección elaboraciones gastronómicas como el cabrito frito que tantísimo gusta a los comensales, amén de las borrajas.

La cocina tradicional, es decir, la que se elaboraba en Huesca hace muchos años -especialmente los pucheros-, forma parte de la esencia de Bazul. Es por ello que, en la carta, hay una gran cantidad de guisos, pudiendo elegir entre diversas legumbres.

Hablando del local en sí, las instalaciones de Bazul son acogedoras a más no poder. El gris azulado por el que se ha optado para decorar el restaurante romántico es todo un acierto, ya que combina a la perfección con los blancos de las paredes y de la mantelería.

Estar en Huesca no tiene por qué significar que tengáis que recurrir sí o sí a la deliciosa cocina típica de Aragón. Saliros de la tradicionalidad de la zona es posible, acudiendo por ejemplo al Macao. En este caso, estamos ante un local especializado en platos asiáticos.

Independientemente de lo que os pidáis, todo estará delicioso. El sushi es lo más recomendable, aunque los platos calientes como el yakisoba, las gyozas y el udon también nos dejaron con muy buen sabor de boca. Habiendo mencionado el sushi, es destacable que, desde las mesas, es posible ver a los cocineros elaborando las piezas.

El local en sí también es reseñable, ya que está inmaculado y bien decorado, llamando la atención los elementos ornamentales que cuelgan del techo. Además, las sillas son bastante cómodas gracias sobre todo a los reposabrazos que permiten descansar las extremidades superiores mientras degustáis los platos que, desde Huesca, os transportarán al continente asiático.

En Huesca hay una importante comunidad peruana, así que no es de extrañar que se emplacen en la ciudad algunos locales de restauración especializados en la comida de dicho país latinoamericano. Uno de los más recomendables es conocido como Olluko.

Los tequeños que tanta popularidad han alcanzado en los últimos años forman parte de la carta, concretamente de la lista de platos pensados para picar, es decir, aquellos que son ideales para compartir con el amor de tu vida. Por supuesto, también hay otras elaboraciones típicas de la gastronomía de Perú, desde ceviche de corvina salvaje hasta tiraditos de salmón.

Exceptuando los martes en los que el Olluko está cerrado, el resto de la semana el restaurante acostumbra a estar bastante lleno. Y no es para menos, ya que más allá del factor puramente culinario, el local también atrae a los comensales por ser acogedor y por trabajar en él unos profesionales que están siempre atentos a las necesidades de los clientes.

Cada vez hay más parejas vegetarianas. Es por este motivo que poco a poco ha ido en aumento el número de restaurantes románticos en Huesca que ofrecen alternativas culinarias de este tipo. Sin embargo, PaLaSaca va más allá habiéndose especializado únicamente en la comida vegetariana.

Así pues, si sois amantes de los platos que no llevan carne, alucinaréis con lo amplia que es la carta de PaLaSaca a pesar de esta restricción importante. Además, no echaréis en falta los productos de origen animal, ya que son sustituidos por ingredientes cuyos sabores y texturas no tienen nada que envidiar.

PaLaSaca sorprende no solo por este aspecto, sino también por los bajos precios. Esto es debido a que, más que un restaurante, se considera una especie de asociación. En cualquier caso, degustar el menú vegetariano exige desembolsar muy poco dinero.

Llama muchísimo la atención que, si algún plato entusiasma a uno de los dos comensales o a ambos, existe la posibilidad de repetirlo… ¡sin abonar ni un solo euro adicional! Es por ello que PaLaSaca suele estar siempre lleno, recomendándose fervientemente ponerse en contacto con el restaurante para hacer una reserva.