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Portugal es un país con mucho encanto gracias a zonas como Azores. Aunque cuenta con una superficie de 2.346 kilómetros cuadrados, es posible visitarla en solo una semana. Eso sí, para ello necesitas una buena planificación como la que verás a continuación. Si no dispones de tanto tiempo, echa un vistazo al planing que hicimos cuando hablamos sobre qué ver en Azores en 5 días.
Día 1
Por la mañana
El primer y segundo día estarán destinados a explorar la isla de São Miguel, la cual ya describimos en su momento en el artículo de qué ver en São Miguel (Azores). Es la isla más grande y poblada del archipiélago de las Azores, así que te recomendamos apuntarte a un tour privado para no perderte nada de lo que es imprescindible:
Si no sabes por dónde empezar, te recomendamos la Ermida de Nossa Senhora da Paz. Esta pequeña ermita, también conocida simplemente como «Ermida da Paz,» es un lugar de culto y peregrinación que ha desempeñado un papel fundamental en la vida religiosa y cultural de la comunidad local.
La construcción de la Ermida da Paz se remonta al siglo XVI, y su diseño arquitectónico es modesto pero encantador. La ermita presenta una fachada blanca y sencilla con detalles en azul, típicos de la arquitectura religiosa en las Azores. Lo más destacado de esta ermita es su ubicación pintoresca en lo alto de una colina verde, con vistas panorámicas al mar y al paisaje circundante.
La ermita está dedicada a Nossa Senhora da Paz, que es una advocación de la Virgen María, venerada por su papel en la paz y la reconciliación. Cada año, en la primera quincena de agosto, se celebra una festividad religiosa en honor a Nossa Senhora da Paz en la Ermida. Esta festividad atrae a miles de peregrinos y visitantes de toda la isla y más allá, convirtiéndose en un evento importante en el calendario cultural de São Miguel.
Se trata de un lugar de devoción y oración para los fieles locales, pero también es un destino turístico popular debido a su ubicación escénica y su conexión con la historia religiosa de la isla. Los visitantes pueden explorar el interior de la ermita, que es simple pero conmovedor, con altares decorados con exvotos y objetos de devoción dejados por los peregrinos a lo largo de los años.

Para comer
Comerás de maravilla en el restaurante Casa de Praia. Las vistas que ofrece desde sus instalaciones son espectaculares, pudiendo observar el océano atlántico al mismo tiempo en que te deleitas con platos típicos de la gastronomía lusa.
Por la tarde
Aprovecha la tarde para adentrarte en el Convento de São Francisco. Este impresionante convento, cuyo nombre se traduce como el «Convento de San Francisco», tiene una rica historia que se remonta a la época de la colonización de las Azores por los portugueses en el siglo XV.
El convento fue fundado en el año 1522 por Fray Diogo das Chagas y se convirtió rápidamente en un centro religioso y cultural en la isla de São Miguel. Durante los siglos XVI y XVII, desempeñó un papel crucial en la vida de la comunidad local, sirviendo como lugar de culto, educación y apoyo social para los residentes de la isla.
Una de las características más destacadas del Convento de São Francisco es su impresionante arquitectura. El edificio presenta una mezcla de estilos arquitectónicos, incluyendo el gótico, el renacimiento y el barroco. Su fachada es imponente, con detalles intrincados y una gran puerta de entrada que muestra la influencia de la época en que fue construido.
Dentro del convento, los visitantes pueden maravillarse con la belleza de la iglesia, que está decorada con exquisitos retablos dorados y obras de arte religioso. Además de la iglesia, el convento alberga un claustro que es una joya arquitectónica con sus azulejos azules y blancos que representan escenas religiosas y naturales. Este claustro es un lugar tranquilo donde los visitantes pueden dar un paseo y sentirse transportados atrás en el tiempo.

Por la noche
El primer día termina por todo lo alto explorando el resto de Vila Franca do Campo. Estamos ante una localidad pintoresca y cargada de historia que ha dejado una huella significativa en la identidad de la región. Fundada en el siglo XVI, esta encantadora villa desempeñó un papel importante en los primeros días de la colonización portuguesa de las Azores y se convirtió en la primera capital de la isla antes de ser devastada por un desastre natural en 1522.
Uno de los aspectos más notables de Vila Franca do Campo es su entorno natural. La villa está situada en la costa sur de São Miguel, rodeada de exuberantes colinas verdes y el océano Atlántico que se extiende hasta donde alcanza la vista. En el corazón de la localidad, se encuentra una hermosa bahía que ha sido moldeada por la actividad volcánica y que ahora es un refugio para la vida marina y un lugar popular para actividades acuáticas como el buceo y el snorkel.
La Torre de la Ciudad, construida en el siglo XVI, se erige como un símbolo de la historia de la localidad y ofrece vistas panorámicas impresionantes de los alrededores.

Para cenar
Si el presupuesto te lo permite, no dudes en hacer un esfuerzo económico con tal de cenar en el Atlântico Azorean Restaurant. Es de los más caros de la ciudad, pero merece mucho la pena teniendo en cuenta el trato, la comodidad de las instalaciones y, por supuesto, la calidad de las elaboraciones gastronómicas.
Día 2
Por la mañana
Desde el primer restaurante que mencionamos al hablar del primer día en Azores seguramente viste el islote de Vila Franca, el lugar que visitarás al dar comienzo a la segunda jornada turística. Este islote volcánico es una de las maravillas naturales más emblemáticas de la región y ha sido designado como Reserva Natural desde 1983 debido a su importancia ecológica y paisajística de la cual puedes empaparte si te apuntas a un tour:
👉 Tour por el islote de Vila Franca
Lo que hace que el Islote de Vila Franca sea excepcional es su forma de anillo, que resulta de la actividad volcánica pasada. El islote es en realidad el cráter sumergido de un antiguo volcán submarino, y su característica más destacada es su caldera abierta en el lado sur, que forma una especie de piscina natural de aguas cristalinas conocida como la «Lagoa». La Lagoa de Vila Franca es un lugar popular para nadar, bucear y practicar snorkel debido a sus aguas tranquilas y su rica biodiversidad marina.
El Islote de Vila Franca es también un importante santuario de aves marinas, con diversas especies de aves que anidan en sus acantilados y rocas. Esto lo convierte en un lugar de gran interés para los amantes de la observación de aves y la ecología marina. Si eres uno de ellos, no dudes en participar en esta actividad:
👉 Avistamiento de aves marinas en la costa de São Miguel

Para comer
A no mucha distancia de allí te encontrarás con el Scorpion Café. Es de los restaurantes más económicos de la isla, así que si te gustan los locales cuya relación calidad-precio es excelente, estarás encantado comiendo en estas instalaciones.
Por la tarde
Tras una buena comilona, aprovecha que estás con el depósito de energía a tope para ir a Sete Cidades. Esta pequeña localidad se encuentra en el noroeste de la isla y es famosa por su belleza natural deslumbrante, así como por su profunda conexión con la mitología y la historia de las Azores.
Lo que hace que Sete Cidades sea excepcional es su situación en el interior de un cráter volcánico gigante, que alberga dos lagos asombrosos, el Lago Azul (Lagoa Azul) y el Lago Verde (Lagoa Verde). Estos dos lagos tienen aguas de colores diferentes, con el Lago Azul reflejando un tono azul intenso y el Lago Verde mostrando una gama de verdes sorprendentes. La vista panorámica desde el mirador de Vista do Rei es uno de los paisajes más icónicos de las Azores, ofreciendo una vista impresionante de los lagos y el paisaje circundante.
La región de Sete Cidades ofrece una gran variedad de actividades para los visitantes. Los amantes del senderismo pueden explorar los numerosos senderos que serpentean alrededor de los lagos y ofrecen vistas espectaculares. También se pueden alquilar botes para remar en los lagos y disfrutar de un día tranquilo en el agua. A su vez, tienes la posibilidad de hacer un tour en bici:
👉 Tour en bicicleta por Sete Cidades

Por la noche
Al caer la noche dirígete a Candelária. Se trata de un encantador pueblo situado en la costa sur de la isla de São Miguel en las Azores. Es un destino que combina una belleza natural impresionante con una rica herencia cultural. Este pequeño rincón de la isla se encuentra a unos 20 kilómetros al oeste de la capital, Ponta Delgada, y se ha convertido en un lugar de interés para los visitantes que desean experimentar la autenticidad de la vida azoriana.
Llama la atención sobre todo su ubicación escénica a lo largo de la costa. La línea de costa está adornada con acantilados y paisajes marinos impresionantes, ofreciendo vistas panorámicas del océano Atlántico y oportunidades para disfrutar de la belleza natural en su máximo esplendor. Las piscinas naturales de Candelária, como las de Poça da Dona Beija, son lugares populares para sumergirse en aguas termales naturales y relajarse mientras se contempla el horizonte nocturno.
El pueblo en sí es un remanso de tranquilidad y encanto. Las casas tradicionales, con sus fachadas blancas y tejados de tejas rojas, se alinean a lo largo de las estrechas calles empedradas. El ambiente es acogedor y amigable, lo que permite a los visitantes experimentar la hospitalidad azoriana en su máxima expresión. Pasear por el pueblo es una forma maravillosa de apreciar su arquitectura tradicional y sus hermosos jardines bien cuidados.

Para cenar
Si no sabes dónde cenar, acertarás de lleno yendo a O Raião. Lo primero que te sorprenderá son sus precios, ya que destacan por ser bastante asequibles teniendo en cuenta las raciones que se sirven, bastante abundantes y muy sabrosas.
Día 3
Por la mañana
El tercer y cuarto día estarán destinados a explorar la Isla Terceira, empezando concretamente por la Gruta do Natal. Esta impresionante cueva se encuentra en la costa norte de la isla y es conocida tanto por su belleza natural como por su rica historia geológica y cultural, pudiendo disfrutar de ambos aspectos si te apuntas a una excursión:
👉 Excursión a las cuevas volcánicas de Terceira
La Gruta do Natal es una formación kárstica, lo que significa que se ha creado a lo largo de miles de años debido a la disolución de la roca calcárea por la acción del agua. A medida que el agua se filtra a través de la roca, va creando pasajes subterráneos y cavidades, y esta cueva es uno de los resultados más impresionantes de dicho proceso. Se cree que la cueva se formó durante el período Cuaternario, lo que significa que tiene una historia geológica extremadamente antigua.
Lo que hace que la Gruta do Natal sea aún más especial es su acceso relativamente fácil para los visitantes. A diferencia de algunas cuevas que son difíciles de explorar, esta cueva se ha adaptado para el turismo, con pasarelas y escaleras que permiten a los visitantes recorrer sus intrincados pasillos y admirar las formaciones geológicas únicas que se encuentran en su interior. Las estalactitas y estalagmitas son particularmente impresionantes, y algunas de ellas han sido bautizadas con nombres evocadores, como el «Órgano» y el «Árbol de Navidad», en referencia a la cercanía de la cueva con el pueblo de Biscoitos, conocido por su producción de vino y el ambiente navideño.

Para comer
Si vas hacia el norte, a no demasiada distancia, darás con uno de los mejores restaurantes de la zona. Se trata de O Raul, el cual es bastante económico. Además, está muy bien ubicado y en él se sirven deliciosos pescados frescos.
Por la tarde
Acto seguido ve a las Furnas do Enxofre. Esta área geotermal es uno de los destinos más impresionantes de la isla y ofrece a los visitantes una visión única de la actividad volcánica que ha dado forma a esta región a lo largo de los siglos. Es uno de los lugares que se visitan en esta excursión:
👉 Excursión a las cuevas volcánicas
Lo que hace que las Furnas do Enxofre sean tan especiales es la presencia de manantiales de aguas termales y fumarolas, que emanan vapor y gases sulfurosos de la tierra. Estas fuentes termales son el resultado de la actividad geotermal subyacente, y su presencia crea un paisaje surrealista y misterioso que parece sacado de otro mundo. El olor característico a azufre que impregna el aire es una indicación de la actividad geológica que subyace en esta área.
La visita a las Furnas do Enxofre ofrece a los viajeros la oportunidad de explorar este paisaje sobrenatural a través de senderos cuidadosamente diseñados que serpentean a través de la zona. Los caminos conducen a miradores desde donde se pueden observar las fumarolas expulsando vapor y los manantiales de aguas termales burbujeantes. La sensación de estar en un lugar donde la Tierra misma está viva es verdaderamente impresionante y única.

Por la noche
Pon fin al tercer día haciendo acto de presencia en el Miradouro da Serra do Cume. Este mirador se encuentra en la región central de la isla, en la localidad de Angra do Heroísmo, y ofrece a los visitantes una vista espectacular de uno de los paisajes más singulares y hermosos de las Azores.
Lo que hace que el Miradouro da Serra do Cume sea tan especial es su vista panorámica de los campos de cultivo en forma de patchwork, que se extienden en todas direcciones como un mosaico de colores y texturas. Estos campos son conocidos como «Mantas de Retalhos» y son el resultado de siglos de agricultura en terrazas, donde se cultivan principalmente pastos y cultivos forrajeros. El contraste de colores entre los campos verdes y las franjas de tierra oscura crea un paisaje visualmente impresionante y único en el mundo.
El mirador en sí está situado en lo alto de una colina, lo que brinda a los visitantes una vista panorámica de 360 grados de los alrededores. Desde aquí, se puede observar el mar en la distancia, así como las montañas circundantes y los impresionantes campos agrícolas que se extienden hasta el horizonte. La vista es particularmente espectacular al atardecer, cuando el sol tiñe el paisaje con tonos cálidos y dorados.

Para cenar
No tendrás que desplazarte mucha distancia con tal de llegar a Fonte das Sete Bicas. Si la relación calidad-precio es lo que más tienes en cuenta al elegir un restaurante, darás en el clavo optando por éste. ¡A nosotros nos encantó!
Día 4
Por la mañana
Toca seguir explorando la Isla Terceira y ha llegado el momento de adentrarte en unos bosques inolvidables: los de Serreta. La Serreta es una región montañosa y boscosa situada en la parte occidental de Terceira, caracterizada por su topografía escarpada y una abundante vegetación que forma un hábitat único en la isla y un refugio para la flora y fauna autóctonas.
Lo que hace que los Bosques de Serreta sean tan excepcionales es la variedad de especies vegetales que albergan. En estas zonas boscosas, se encuentran una mezcla de árboles autóctonos y exóticos que crean un mosaico de paisajes. Entre las especies autóctonas se incluyen el cedro, el laurel y el faya, mientras que los eucaliptos y los cipreses son ejemplos de especies introducidas. La diversidad botánica se combina con una rica capa de musgo y helechos que cubren el suelo del bosque, lo que le confiere una apariencia mágica y misteriosa.
Los Bosques de Serreta no solo son un lugar de belleza natural excepcional, sino que también desempeñan un papel crucial en la conservación de la biodiversidad de la isla. Estos bosques proporcionan refugio y alimento para una variedad de especies de aves, insectos y otros animales. Además, la Serreta es el hogar del Miradouro do Pico Rachado, un mirador desde el cual se pueden avistar las aves marinas que anidan en los acantilados cercanos.
Para comer
Cuando termines de explorar los bosques de Serreta podrás degustar una buena barbacoa. Es la mejor manera de gozar de la gastronomía al mismo tiempo en que sigues disfrutando de la naturaleza:
👉 Barbacoa en los bosques de Serreta
Por la tarde
Tras la deliciosa barbacoa pon rumbo a Fonte do Bastardo. A pesar de su tamaño modesto, este lugar es conocido por su singularidad y su rica historia, que refleja la vida tradicional de las Azores y su profunda conexión con la tierra y el mar.
Uno de los aspectos más destacados de Fonte do Bastardo es su arquitectura tradicional, que se caracteriza por las casas de piedra negra con techos de tejas rojas, típicas de la región. Estas casas pintorescas se agrupan alrededor de calles estrechas y empedradas, creando un ambiente encantador y auténtico que invita a los visitantes a dar un paso atrás en el tiempo y experimentar la vida en las Azores como era en el pasado.
El pueblo también es conocido por su iglesia, la Iglesia de São João Baptista, un hermoso edificio de estilo barroco que data del siglo XVIII. Su fachada blanca y detalles arquitectónicos impresionantes hacen que esta iglesia sea un lugar de interés en Fonte do Bastardo y un ejemplo de la rica herencia religiosa de la isla.

Por la noche
Tras un cuarto día agotador, termínalo con un plan más bien tranquilo que consiste en pasear por Praia da Vitória. Esta ciudad, con su belleza natural, historia rica y ambiente acogedor, es uno de los destinos más populares y atractivos de la isla.
La ciudad fue fundada en el siglo XV y desempeñó un papel importante en la historia de las Azores como punto estratégico en las rutas marítimas entre Europa y América. Un testimonio de esta historia se encuentra en el centro histórico de la ciudad, donde se pueden admirar hermosos edificios coloniales y calles adoquinadas. El Fuerte de Santa Catarina, una antigua fortificación defensiva, es un sitio histórico que vale la pena visitar para conocer más sobre la historia de Praia da Vitória y las Azores en general.
El paseo marítimo que bordea la playa está lleno de restaurantes, cafés y tiendas, lo que lo convierte en un lugar perfecto para disfrutar de la gastronomía local y relajarse mientras se contempla el mar por la noche con la luz brillando en el agua.

Para cenar
Precisamente en dicho paseo marítimo no te costará encontrar varios restaurantes que satisfarán tus necesidades gastronómicas. Si prefieres pagar un poco menos por la cena, te recomendamos O Pescador, que está a pocos metros de allí.
Día 5
Por la mañana
El quinto día de tu aventura por las Azores estará destinado a explorar São Jorge. Es una isla de considerables dimensiones, así que te recomendamos apuntarte a este tour para explorar todo lo que es interesante y atractivo:
Estamos ante una isla que cuenta con numerosos atractivos, empezando por Velas. Velas es una encantadora ciudad ubicada en la isla de São Jorge, que forma parte del archipiélago de las Azores, un territorio portugués en medio del océano Atlántico. Esta ciudad costera es conocida por su belleza natural impresionante, su rica historia y su ambiente tranquilo y acogedor.
Los acantilados escarpados y las formaciones rocosas dramáticas se combinan con calas y playas de arena negra para crear un escenario espectacular. Los visitantes pueden disfrutar de paseos a lo largo de la costa, practicar deportes acuáticos como el surf y el buceo, o simplemente relajarse en la playa y disfrutar del sonido de las olas. Te recomendamos practicar snorkel para descubrir una fauna marina sorprendente:
La ciudad de Velas también cuenta con un encantador centro histórico. Calles adoquinadas y edificios coloniales bien conservados crean un ambiente pintoresco y evocador. La Iglesia Matriz de São Jorge, una iglesia barroca del siglo XVIII, es una de las estructuras más emblemáticas de la ciudad y un lugar de interés histórico y religioso. Además, el puerto de Velas es un punto de partida importante para la exploración de otras islas de las Azores, lo que hace que la ciudad sea un centro neurálgico para el transporte marítimo en la región.

Para comer
Por la zona hay varios restaurantes entre los que destaca el Bela vista Brasil. Raciones abundantes, buena comida, trato profesional y rápido… ¡quedarás encantado con la experiencia!
Por la tarde
¿Eres un amante de la naturaleza? Entonces no te pierdas el Parque Forestal de las Siete Fuentes. Destaca por su densa vegetación y su impresionante entorno natural. El parque abarca una extensa área de bosques, prados y zonas húmedas, creando un hábitat diverso para una variedad de especies de plantas y animales. Los visitantes pueden explorar una amplia gama de paisajes, desde densos bosques de Laurisilva hasta áreas abiertas de pastizales y campos verdes salpicados de flores silvestres.
El nombre del parque proviene de las siete fuentes naturales que se encuentran en su interior. Estas fuentes suministran agua fresca y cristalina que fluye a través del parque, creando arroyos y riachuelos pintorescos que atraviesan el paisaje. El sonido relajante del agua corriente agrega un toque adicional de serenidad al entorno, haciendo que el parque sea un lugar ideal para la relajación y el contacto con la naturaleza.
El Parque Forestal de las Siete Fuentes ofrece una serie de senderos y caminos bien mantenidos que permiten a los visitantes explorar el área a pie. Estos senderos serpentean a través del bosque y ofrecen oportunidades para la observación de aves, la fotografía y el contacto directo con la flora y fauna locales. Si te gusta andar, no puedes perderte el siguiente plan:
Por la noche
Después de haber explorado el parque forestal, no te pierdas Rosais. Además de su belleza costera, Rosais es un lugar donde la agricultura y la pesca han sido tradicionalmente fundamentales en la vida de la comunidad local. Los campos verdes y fértiles que rodean la aldea son utilizados para el cultivo de productos agrícolas como papas, maíz y hortalizas. Los habitantes de Rosais también han dependido durante generaciones de los recursos marinos para su sustento, y la pesca sigue siendo una actividad importante en la región.
Las calles adoquinadas y las casas de estilo tradicional, con sus paredes blancas y techos de tejas rojas, crean un ambiente pintoresco y evocador que evoca el encanto de la vida rural en las Azores. La Iglesia de Nossa Senhora do Rosário, una iglesia barroca del siglo XVIII, es uno de los puntos de referencia históricos de la aldea y un lugar de interés religioso y cultural.
Rosais también es un lugar donde se celebran las tradiciones y la cultura local con orgullo. A lo largo del año, se llevan a cabo festivales y eventos culturales que destacan la música, la danza y la gastronomía típicas de las Azores. Estas celebraciones son una oportunidad para que los viajeros experimenten la autenticidad y la hospitalidad de la comunidad local.

Para cenar
Muy cerca de allí, en Figueiras, hay un restaurante que te recomendamos. Se trata de O Branquinho. La decoración es rústica y el local es acogedor a la par que cálido, así que estarás a gusto en las instalaciones.
Día 6
Por la mañana
El sexto día aprovéchalo para hacer acto de presencia en la quinta isla de mayor tamaño de las Azores: Ilha do Faial. Hay mucho que ver, así que lo más recomendable es apuntarse a un tour que abarca todo el día entero:
👉 Tour de día completo por la isla de Faial
Si prefieres organizarlo todo tú, puedes empezar por uno de los puntos clave: las Piscinas naturais de Castelo Branco. Las Piscinas Naturales de Castelo Branco, también conocidas como «Piscinas Naturais da Silveira», son un tesoro oculto en la Isla Terceira. Este lugar es un destino perfecto para los amantes de la naturaleza y aquellos que buscan disfrutar de la belleza escénica y la serenidad del entorno marino.
Lo que hace que estas piscinas sean tan especiales es su ubicación junto al mar, donde las olas del océano Atlántico se encuentran con la costa rocosa de la isla de Terceira. A lo largo de los siglos, la erosión de la lava volcánica ha creado una serie de piscinas naturales en la roca, que se llenan y se renuevan constantemente con agua de mar. Estas piscinas ofrecen una experiencia única de baño en un entorno natural y seguro, ya que están protegidas de las fuertes corrientes del océano.
El entorno que rodea las Piscinas Naturales de Castelo Branco es del todo impresionante. Los acantilados rocosos y la vegetación costera crean un paisaje dramático y pintoresco. Las piscinas están rodeadas de plataformas rocosas y accesos seguros para bañistas, lo que permite a los visitantes disfrutar de un refrescante baño en aguas cristalinas mientras se sienten en armonía con la naturaleza circundante.
Además de ser un lugar perfecto para nadar y refrescarse, las Piscinas Naturales de Castelo Branco también son un lugar excelente para practicar snorkel. La claridad del agua permite a los visitantes explorar la vida marina que habita en estas piscinas naturales, incluyendo peces de colores y otros organismos marinos. La experiencia de nadar entre peces y rocas volcánicas es verdaderamente memorable:
La tranquilidad y la belleza de este lugar lo convierten en un refugio ideal para aquellos que buscan relajarse y desconectar. Los visitantes pueden traer una toalla y disfrutar del sol en las plataformas rocosas circundantes, escuchando el sonido de las olas rompiendo contra las rocas mientras se relajan bajo el cálido sol azoriano.
Para comer
¿Te gustan los platos combinados? Si has respondido afirmativamente, ve al Bar do Marcinho. El servicio es rápido a más no poder. Por otra parte, los precios son más que razonables.
Por la tarde
Tras la comilona en el bar, dirígete a Cedros. El pueblo está rodeado de colinas verdes y exuberantes campos, creando un paisaje que es típico de las Azores. Los campos agrícolas, donde se cultivan papas, maíz y otros productos, se extienden hasta la costa y están intercalados con setos y árboles que confieren un aspecto idílico al paisaje. Los visitantes pueden disfrutar de paseos tranquilos por los campos y explorar la belleza de la naturaleza en su máxima expresión.
La costa de Cedros también es impresionante, con acantilados escarpados y formaciones rocosas únicas que bordean el océano Atlántico. En esta área, los visitantes pueden encontrar piscinas naturales creadas por la erosión de la lava volcánica, ofreciendo un lugar refrescante para nadar en aguas cristalinas mientras disfrutan de las vistas panorámicas del mar. En efecto, igual que las que hemos descrito antes.
El pueblo en sí se caracteriza por su arquitectura tradicional, con casas de colores brillantes y tejados de tejas rojas que salpican el paisaje. La iglesia local, la Iglesia de Nossa Senhora da Conceição, es un punto de referencia histórico y cultural en Cedros y un lugar de interés para aquellos interesados en la historia religiosa de la región.
La economía de Cedros ha estado históricamente ligada a la agricultura y la pesca, dos actividades fundamentales en la vida de las Azores. Los campos fértiles que rodean la aldea proporcionan productos agrícolas esenciales, y los pescadores locales dependen de los recursos marinos para su sustento. La producción de queso es también una parte importante de la economía local, y los visitantes pueden degustar el queso fresco de las Azores en los mercados locales.

Por la noche
El sexto día llega a su fin en el Mirador Ribera de las Cabras. Se trata de un punto de observación impresionante situado en la isla de São Miguel. Este mirador se encuentra en una ubicación estratégica que ofrece vistas panorámicas incomparables de la costa norte de la isla, creando un escenario natural espectacular que atrae a visitantes de todas partes del mundo.
Llama la atención su vista espectacular de la costa acantilada de São Miguel. Desde este punto de observación, los visitantes pueden contemplar acantilados imponentes que se precipitan hacia el océano Atlántico, creando un paisaje dramático y majestuoso. Las olas rompen contra las rocas, generando un espectáculo natural hipnotizante que es tanto impresionante como relajante.
Este mirador es especialmente popular durante el atardecer, cuando el sol tiñe el cielo de tonos cálidos y dorados, y la luz suave acentúa la belleza natural de la costa. Los fotógrafos y amantes de la naturaleza acuden a este lugar para capturar la magia del atardecer y la majestuosidad de la costa norte de São Miguel.
La vegetación que rodea el mirador también es digna de admirar. Los campos verdes y las áreas boscosas crean un hermoso contraste con los acantilados y el mar, proporcionando una sensación de serenidad y conexión con la naturaleza. La zona es rica en flora autóctona de las Azores.

Para cenar
En el restaurante Rumar estarás de maravilla cenando. Está muy cerca del mirador y los precios son asequibles. Eso sí, ten en cuenta que es un local muy sencillo, no te esperes nada sofisticado ni ‘chic’.
Día 7
Por la mañana
La semana terminará por todo lo alto en la considerada por muchos como la isla más bonita de las Azores: la Graciosa. No es demasiado grande, así que en tan solo un día deberías tener suficiente para explorar los puntos que describiremos. El primero de ellos es Furna Do Enxofre Caldeira. Estamos ante uno de los tesoros naturales más impresionantes de las Azores.
Lo que hace que esta caldera sea tan especial es su origen volcánico y su tamaño impresionante. La caldera se formó hace miles de años como resultado de erupciones volcánicas y posteriormente se colapsó, creando un cráter gigante. Su diámetro alcanza los 700 metros y su profundidad es de unos 100 metros, lo que la convierte en una de las calderas más grandes de las Azores. En el fondo de la caldera se encuentra un lago de agua termal, conocido como Lagoa do Negro, que añade una dimensión única a este paisaje volcánico.
El nombre «Furna do Enxofre» hace referencia a la presencia de azufre en la zona. A lo largo de los siglos, se han observado emanaciones de gas sulfuroso en la caldera, lo que ha contribuido a su nombre y ha añadido un elemento geotermal intrigante al lugar. Sin embargo, es importante señalar que el acceso a la caldera puede estar restringido temporalmente debido a la actividad geotermal y la seguridad de los visitantes.

Para comer
En el sureste de la isla se encuentra un snack-bar bastante recomendable sobre todo por su relación calidad-precio. Nos referimos al Dolphin, en el cual se sirven platos que gustan sobre todo a los amantes del pescado.
Por la tarde
No dudes en aprovechar la tarde para visitar algo que, hasta ahora, no habías visto en las Azores: una plaza de toros, concretamente la Praça de Touros da Graciosa. Esta plaza de toros es un testimonio histórico de la presencia de la tauromaquia en las Azores y un lugar que ha desempeñado un papel importante en la vida cultural y social de la isla.
Construida en 1883, la Praça de Touros da Graciosa es uno de los pocos ejemplos de plazas de toros tradicionales que se encuentran en las Azores. Aunque la tauromaquia es una tradición arraigada en algunas regiones de Portugal, la práctica de las corridas de toros en las Azores tiene sus particularidades. En la isla de Graciosa, las corridas de toros se llevan a cabo sin matar al animal, siguiendo una versión más suave de la tauromaquia conocida como «touradas à corda». En estas corridas, los toros son soltados por las calles del pueblo, y los participantes intentan lidiarlos con cuerdas.
La plaza de toros es un lugar emblemático donde se celebran estos eventos taurinos, que atraen a la comunidad local y visitantes durante las festividades locales. Estas festividades son momentos importantes en la vida de la isla, y la plaza de toros se convierte en el epicentro de la celebración, donde la música, la danza y la emoción se combinan para crear una experiencia cultural única.
La arquitectura de la plaza de toros es un testimonio de la influencia portuguesa en la isla. La estructura es de forma circular y cuenta con gradas para los espectadores que rodean el ruedo central. Aunque la plaza de toros de Graciosa no es tan grande ni tan suntuosa como algunas de las plazas de toros en la parte continental de Portugal y España, tiene un encanto particular y un carácter auténtico que refleja la vida en la Graciosa.

Por la noche
La semana concluye con unas maravillosas vistas del sol poniéndose sobre la isla, acudiendo para tal fin al Miradouro das Urzeiras. Este mirador es uno de los lugares más sobrecogedores de las Azores, ya que ofrece vistas panorámicas espectaculares de la costa sur de la isla, el océano Atlántico y la belleza natural del entorno.
La ubicación estratégica del Miradouro das Urzeiras lo convierte en un lugar perfecto para apreciar la majestuosidad de São Miguel. Desde este punto de observación, los visitantes pueden contemplar la costa recortada y las formaciones rocosas que se extienden hasta el horizonte, así como el vasto océano que se extiende hasta donde alcanza la vista. La panorámica es particularmente impresionante durante el atardecer, cuando el sol tiñe el cielo de tonos cálidos y pinta un cuadro de ensueño sobre el paisaje.
El mirador cuenta con una plataforma de observación que proporciona un espacio cómodo para disfrutar de las vistas, tomar fotografías y relajarse mientras se admira la belleza natural que lo rodea. Además de las vistas costeras, los visitantes también pueden disfrutar de una vista panorámica de la campiña verde y exuberante que se extiende tierra adentro.
La vegetación que rodea el Miradouro das Urzeiras es típica de las Azores, con campos verdes, prados, setos y vegetación autóctona. Este paisaje se suma a la experiencia, creando una sensación de serenidad y conectando a los visitantes con la naturaleza. Los amantes de la observación de aves también encontrarán este lugar fascinante, ya que es un punto de observación ideal para aves marinas y otras especies locales.
Es innegable que la visita al Miradouro das Urzeiras es una experiencia que ofrece una profunda conexión con la belleza natural de las Azores. La combinación de las impresionantes vistas costeras, el entorno verde y la posibilidad de contemplar el atardecer hace que este mirador sea un destino destacado para aquellos que desean experimentar la magia y la majestuosidad de este rincón del Atlántico. Es un lugar donde la naturaleza se presenta en su máxima expresión y donde los visitantes pueden desconectar del mundo y conectarse con la belleza y la tranquilidad que ofrecen las Azores.
Para cenar
La última cena en las Azores será inolvidable en Costa do Sol. Es un restaurante muy bien decorado que destaca por ser acogedor a más no poder, aunque también merece una mención especial la buena calidad de sus platos.
Recomendaciones para comer en Azores:
Puedes disfrutar de una amplia variedad de platos tradicionales típicos en Azores, tales como:
- Cozido das Furnas: Este es uno de los platos más emblemáticos de Azores. Es un guiso hecho con carne de cerdo, ternera y embutidos como chorizo y morcilla, cocido en aguas termales subterráneas en Furnas, una de las islas. Se sirve con verduras y se cocina en la tierra caliente durante varias horas.
- Bacalao a la Azorenha: El bacalao es un pescado muy consumido en Portugal, y en Azores, lo preparan de una manera especial. Este plato incluye bacalao desalado cocido con papas, cebollas y ajo, todo ello sazonado con aceite de oliva y hierbas.
- Lapas Grelhadas: Las lapas son moluscos marinos que se recolectan en las costas de Azores. Se preparan a la parrilla con ajo, limón y mantequilla, lo que les da un sabor delicioso y único.
- Caldo de Peixe: Estamos ante un reconfortante caldo de pescado que suele prepararse con diferentes tipos de pescado fresco, papas, cebolla, ajo y cilantro. Es una sopa espesa y sabrosa.
- Alcatra: La alcatra es un guiso tradicional de carne que se hace con carne de ternera o cerdo, a menudo marinada en vino y ajo, y luego cocida lentamente en el horno con papas y especias.
- Queijadas da Graciosa: Estos son pequeños pasteles de queso que se hornean y se sirven como postre. Son dulces y tienen una textura suave y cremosa en el interior.
Si quieres que te recomendemos lugares para comer, estos son algunos de los restaurantes mejor valorados de la ciudad:
- Õtaka: Hablar de restaurantes en las Azores no siempre implica sacar a colación locales que sirvan comida portuguesa. En el caso de Õtaka, los platos son típicos de Asia. ¿Sabías que hay muy pocos japoneses tan buenos en la isla y en el resto de Portugal? En efecto, siendo hoy en día uno de los mejor valorados por la crítica.
- Casa do Abel: Lo primero que destaca de Casa do Abel es lo amplia que es su carta. Y es que abarca un total que supera los treinta platos. Así pues, no tendrás dificultades para dar con varios de ellos que te apetezcan para comer o cenar.
- O Baco: La calidad gastronómica no tiene por qué ser cara. Lo demuestra a la perfección O Baco, cuyos precios están bastante ajustados si valoramos lo buenos que son los ingredientes que utilizan para elaborar las recetas, como por ejemplo el atún.
Cómo moverse por Azores durante tu visita:
Azores cuenta con una amplia variedad de opciones de transporte para moverse por la ciudad y sus alrededores. Estas son algunas de las más recomendables:
- Alquiler de coche: Alquilar un coche es una de las formas más cómodas y populares de explorar las Azores. Esto te brindará la libertad de moverte a tu propio ritmo y explorar lugares remotos.
- Autobuses: En las islas más grandes, como São Miguel y Terceira, hay un sistema de transporte público de autobuses que conecta las principales ciudades y pueblos.
- Taxis y servicios de transporte: En las ciudades más grandes y turísticas, encontrarás taxis disponibles. Además, algunas empresas locales ofrecen servicios de transporte turístico que te llevan a lugares de interés específicos.
- Bicicletas y ciclomotores: En algunas islas, como São Miguel, puedes alquilar bicicletas o ciclomotores para explorar áreas urbanas y rurales. Esto es una excelente opción para los viajeros que deseen una experiencia más activa y ecológica.
- Barcos y ferris: Para moverte entre las diferentes islas, puedes utilizar servicios de barcos y ferris. Hay conexiones regulares entre las islas más grandes, lo que te permite explorar diferentes destinos en el archipiélago.
- A pie: Para explorar áreas urbanas y algunas zonas rurales, caminar es una opción recomendable. Puedes descubrir calles pintorescas, senderos naturales y paisajes impresionantes a pie.
Mapa de Azores con los principales puntos de interés para visitar y sitios donde comer:
Con esto terminamos nuestra propuesta de plan para que la experiencia turística en Azores sea inmejorable. ¡Esperamos que disfrutes de la visita!
- septiembre 11, 2023