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Ya de por sí Cascais tiene muchos atractivos turísticos, tal como vimos en su momento cuando hablamos sobre qué ver en Cascais en 1 día. De hecho, también lo mencionamos en el artículo de qué ver cerca de Sintra. Pero lo cierto es que si cruzas la frontera de dicho municipio, puedes dar con muchos otros lugares que también merecen la pena. Claros ejemplos son los pueblos que veremos a continuación.
Todos ellos se caracterizan por estar a poca distancia de Cascais. Precisamente detallaremos los kilómetros que hay que recorrer para llegar a los pueblos, así como los motivos que dan pie a que sea recomendable visitarlos, tanto solo como acompañado por adultos e incluso por infantes. De hecho, cuando en su momento en este mismo blog describimos qué ver en Cascais con niños, ya dimos a entender que toda la zona en general es ideal para ser disfrutada por los más pequeños de la casa.
Sintra
Este encantador pueblo ha sido objeto de nuestra atención en el pasado, con un artículo dedicado a qué ver en Sintra en 1 día. Sintra, célebre por su impresionante legado histórico y su deslumbrante belleza natural, ha sido inscrita como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, consolidándose como uno de los destinos turísticos más destacados de Portugal.
La fama de Sintra reside en sus castillos y palacios que parecen sacados de un cuento de hadas, esparcidos por las colinas tapizadas de bosques. Entre estos tesoros, destaca el Palacio Nacional de Sintra, una joya arquitectónica que fusiona elementos góticos, mudéjares y renacentistas. Otro rincón impactante es el Palacio Nacional da Pena, asentado en la cúspide de una colina, célebre por sus colores vibrantes y su arquitectura extravagante. Puedes adquirir tu entrada para visitarlo:
Además de estos puntos emblemáticos, también darás allí con el Castelo dos Mouros, una antigua fortaleza medieval, y el Palacio Nacional de Queluz, residencia real del siglo XVIII. Aparte de los mencionados palacios y castillos, te esperan hermosos jardines como los Jardines de Monserrate y los Jardines de Quinta da Regaleira. También, te aguarda la posibilidad de ascender a la cima de la montaña de Sintra para maravillarte con las panorámicas desde el Miradouro da Peninha. Si deseas explorar todos estos monumentos, te recomendamos apuntarte a un tour gratuito:
Amadora
Amadora es una ciudad situada en la región de Lisboa, que forma parte del área metropolitana de Lisboa. Con una rica historia y una ubicación estratégica, Amadora ha experimentado un desarrollo significativo a lo largo de los años y ha evolucionado para convertirse en un lugar vibrante y diverso con una mezcla de elementos históricos y modernos.
La historia de Amadora se remonta a tiempos antiguos, pero su transformación más significativa se produjo durante el siglo XX. Originalmente un lugar rural, la urbanización y la industrialización trajeron consigo un aumento en la población y la infraestructura. La ciudad experimentó un rápido crecimiento en términos de población y expansión urbana, lo que la convirtió en un centro de actividad y una parte integral de la región metropolitana de Lisboa.
Hoy en día, Amadora es conocida por su diversidad cultural, su rica oferta de servicios y su vida comunitaria activa. Sus calles albergan una mezcla de arquitectura antigua y moderna, reflejando su evolución a lo largo de los años. Además, la ciudad cuenta con una variedad de parques, plazas y áreas verdes que brindan espacios para el esparcimiento y la recreación.
Desde Cascais, una ciudad costera encantadora ubicada a unos 25 kilómetros al oeste de Lisboa, llegar a Amadora es relativamente sencillo y ofrece varias opciones de transporte. Por ejemplo, puedes tomar un tren desde la estación de Cascais hasta la estación de Lisboa-Oriente, que es una importante terminal de transporte en Lisboa. Desde allí, toma el metro hacia Amadora. La duración total del viaje dependerá de los horarios y conexiones, pero suele llevar alrededor de 1 hora.
Santa Iria de Azóia
Santa Iria de Azóia es una freguesía ubicada en el municipio de Loures. Esta localidad, con una rica historia y una variedad de características culturales y geográficas, ha desempeñado un papel importante en la evolución y el desarrollo de la región. La historia de Santa Iria de Azóia se remonta a tiempos antiguos, con evidencia de asentamientos humanos que datan de épocas prehistóricas. A lo largo de los años, esta zona ha sido testigo de la influencia de diferentes culturas y civilizaciones, lo que ha dejado su huella en la arquitectura, las tradiciones y el carácter de la localidad.
Hoy en día, Santa Iria de Azóia es una mezcla encantadora de lo antiguo y lo nuevo. En su núcleo histórico, es posible encontrar edificios antiguos, calles empedradas y monumentos que reflejan su herencia cultural. La iglesia parroquial, dedicada a Santa Iria, es un ejemplo destacado de la arquitectura religiosa local y un punto de referencia importante en la comunidad.
La geografía de Santa Iria de Azóia es diversa y atractiva. La freguesía se encuentra cerca del río Tajo y cuenta con áreas rurales, así como zonas más urbanizadas. La belleza natural de la región se manifiesta en los parques, jardines y espacios al aire libre que ofrecen oportunidades para el esparcimiento y la conexión con la naturaleza.
Alverca do Ribatejo
Esta localidad tiene una historia rica y diversa que se entrelaza con la evolución de Portugal a lo largo de los años. Desde sus raíces históricas hasta su vida contemporánea, Alverca do Ribatejo ofrece un vistazo único a la cultura y la identidad de la región. La historia de Alverca do Ribatejo se remonta a tiempos antiguos, habiéndose encontrado vestigios arqueológicos que indican la presencia humana en la zona desde la prehistoria. Durante la ocupación romana, la región jugó un papel importante como punto de paso y cruce de caminos. Sin embargo, fue con la expansión árabe en la península ibérica que Alverca adquirió una mayor relevancia estratégica y económica.
En la Edad Media, Alverca do Ribatejo fue objeto de disputas y cambios de dominio entre los reinos cristianos y los musulmanes. Finalmente, en el siglo XII, la localidad fue reconquistada por las fuerzas cristianas y se estableció como un lugar de importancia estratégica en la defensa del reino. Durante este período, se construyeron fortificaciones y castillos en la región para protegerla de posibles invasiones.
En la época moderna, Alverca do Ribatejo experimentó un desarrollo significativo gracias a su ubicación geográfica y su relación con la navegación fluvial. La cercanía al río Tajo y su conexión con Lisboa contribuyeron al crecimiento económico y al intercambio comercial. Además, la industria aeronáutica se estableció en la localidad en el siglo XX, lo que trajo consigo un nuevo impulso económico y tecnológico.
Lisboa
Aunque no se puede catalogar como un pueblo en sí mismo debido a su condición de una de las ciudades más destacadas de Portugal, no puedes dejar de visitar este lugar. Sin importar la época del año en la que decidas explorarlo, sin duda disfrutarás de una experiencia magnífica, como por ejemplo al viajar a Lisboa en febrero.
Es importante resaltar que, pese a su tamaño considerable, no necesitas invertir muchos días en turismo para recorrerla. En realidad, existe la posibilidad de hacerlo en un solo día, siempre y cuando tengas claro qué lugares visitar en Lisboa durante ese tiempo. Para tal fin, consulta nuestro artículo sobre qué ver en Lisboa en 1 día. Además, tendrás la oportunidad de dedicar una parte de ese día a deleitarte con la variada oferta gastronómica que ofrece la ciudad lisboeta, incluyendo los restaurantes románticos en Lisboa.
Ubicada a lo largo de la costa occidental de Portugal, junto al río Tajo, Lisboa fusiona de manera única el encanto de su legado histórico con una vida moderna llena de vitalidad, convirtiéndola en un destino turístico diverso y emocionante. La historia de Lisboa abarca miles de años, dejando su huella en sus calles empedradas y antiguos monumentos. El Castillo de San Jorge, una fortaleza ancestral que se alza majestuosamente sobre la ciudad desde lo alto de una colina, es un testimonio de su rica historia. Los visitantes pueden recorrer sus murallas y disfrutar de panorámicas impresionantes de Lisboa.
Uno de los íconos más reconocibles de Lisboa es el Puente 25 de Abril, que cruza el río Tajo y enlaza la ciudad con la orilla opuesta. Esta estructura colgante, similar al icónico Puente Golden Gate en San Francisco, ofrece una vista impresionante tanto de día como de noche. El barrio de Alfama es otro rincón imperdible en Lisboa. Este encantador distrito, uno de los más antiguos de la ciudad, está repleto de callejuelas estrechas, plazas adoquinadas y viviendas adornadas con vistosos azulejos. Los visitantes pueden perderse en su laberinto de callejones y descubrir encantadoras tiendas, restaurantes tradicionales y bares de fado, donde es posible disfrutar de la música folclórica portuguesa en vivo:
👉 Espectáculo de fado en Chiado
La Torre de Belém es otra joya representativa de Lisboa. Esta torre defensiva del siglo XVI se alza a orillas del río y es un magnífico ejemplo de la arquitectura manuelina, un estilo arquitectónico distintivo de Portugal. Los viajeros pueden explorar su interior y gozar de vistas panorámicas desde su cúspide. Este monumento es uno de los destinos incluidos en el itinerario de este recorrido:
Para los amantes de la cultura y el arte, Lisboa ofrece una variada selección de museos y galerías. El Museo Nacional de Arte Antiguo resguarda una impresionante colección de arte portugués e internacional, mientras que el Museo Nacional del Azulejo es un fascinante espacio para descubrir la historia y la belleza de los célebres azulejos portugueses.
La vida nocturna de Lisboa también es vibrante y diversa, con una amplia oferta de bares, clubes y locales de música en vivo que brindan entretenimiento para todos los gustos. El Barrio Alto es famoso por sus animados bares y sus bulliciosas calles que se mantienen concurridas hasta altas horas de la noche.
Si deseas conectarte con la naturaleza, Lisboa dispone de hermosos parques y jardines. El Parque Eduardo VII es un destino popular para pasear y disfrutar de panorámicas impresionantes de la ciudad, mientras que el Jardín Botánico representa un oasis de serenidad y belleza natural.