Ya de por sí Corfú tiene muchos atractivos turísticos, tal como vimos en su momento cuando hablamos sobre qué ver en Corfú. Pero lo cierto es que si te alejas un poco de dicha zona, puedes dar con muchos otros lugares que también merecen la pena. Claros ejemplos son las islas que veremos a continuación.
Todas ellas se caracterizan por estar a poca distancia de Corfú. Precisamente detallaremos los kilómetros que hay que recorrer para llegar a los lugares, así como los motivos que dan pie a que sea recomendable visitarlos, tanto solo como acompañado por adultos e incluso por infantes. De hecho, cuando en su momento en este mismo blog describimos qué ver en Corfú con niños, ya dimos a entender que toda la zona en general es ideal para ser disfrutada por los más pequeños de la casa.
Algunos de los lugares que describiremos pueden ser descubiertos apuntándote a los siguientes planes, ya que abarcan diversas islas griegas como las que veremos en próximas líneas:
👉 Planes y actividades en las islas griegas
Othonoí
Conocida también como Ozoní, esta isla jónica pertenece a la zona que recibe el nombre de Diapontia. Cuenta con una superficie de casi 11 kilómetros cuadrados, por lo que puede ser recorrida a pie, aunque hay algunas zonas un tanto escarpadas que exigen tener un buen estado de forma.
Aunque desde Corfú parece una isla deshabitada, lo cierto es que no lo es. De hecho, cuenta con más de una decena de aldeas. Sus habitantes disfrutan de un entorno natural paradisíaco que no tiene parangón. Las aguas son cristalinas y, durante todo el año, permanecen limpias a más no poder.
A diferencia de Corfú, la vida en Othonoí es mucho más tranquila. Eso sí, la falta de servicios da pie a que sea preferible pasar tan solo unas horas en dicha isla y luego regresar. Para que te hagas una idea, la experiencia sería similar a la que obtienen los viajeros que visitan las Islas Cíes de Galicia.
Llama poderosamente la atención el hecho de que, a pesar de contar con pocos habitantes, alberga media decena de iglesias, todas ellas de origen bizantino. Aquí no termina la lista de estructuras que despiertan el interés de los turistas, sumándose un fuerte veneciano -concretamente los restos que aún se conservan-.
Del puerto de Corfú al de Othonoí hay una distancia de más de 40 kilómetros, la cual recorre un ferry en aproximadamente tres horas.
Mathraki
En este caso, la distancia entre Corfú y Mathraki es algo menor, concretamente 32 kilómetros. A pesar de ello, se requiere más tiempo en comparación con Othonoi por las maniobras que debe hacer el ferry con tal de llegar a Mathraki.
¿Merece la pena? Desde luego, puesto que es ideal para escapar del bullicio y las multitudes de los destinos turísticos más concurridos. La geografía de Mathraki está dominada por su terreno montañoso y sus acantilados escarpados, que ofrecen impresionantes vistas del mar azul turquesa que la rodea. Sus costas están salpicadas de pequeñas playas de guijarros y calas escondidas, muchas de las cuales solo son accesibles en barco o a través de senderos, lo que añade un aire de aventura a la exploración de la isla. En el interior, el paisaje está salpicado de olivares, viñedos y huertos de cítricos, que prosperan en el clima templado y soleado de la región.
El principal municipio de la isla, también llamado Mathraki, es un tranquilo pueblo pesquero con casas encaladas y estrechas callejuelas empedradas. Aquí, los lugareños pasan sus días pescando, cultivando sus tierras y disfrutando de la compañía de amigos y familiares en las tabernas locales. La hospitalidad es una parte integral de la vida en Mathraki, y los visitantes son recibidos con calidez y amabilidad en todas partes.
La isla también ofrece oportunidades para actividades al aire libre, como senderismo, buceo y observación de aves. Los senderos serpenteantes llevan a los visitantes a través de paisajes pintorescos, desde altas crestas con vistas panorámicas hasta tranquilos valles salpicados de flores silvestres. En el mar, los arrecifes de coral y las aguas cristalinas son el hogar de una impresionante variedad de vida marina, haciendo que el buceo y el snorkel sean experiencias inolvidables.
Erikousa
Los 40 kilómetros que separan a Erikousa de Corfú se recorren en poco tiempo, concretamente dos horas y media durante las cuales disfrutarás de la experiencia al navegar por unas aguas de belleza insuperable.
A pesar de su pequeño tamaño, esta isla posee una gran personalidad y una rica historia que se remonta a siglos atrás. La geografía de Erikousa está caracterizada por su costa accidentada y sus playas de arena dorada bañadas por las aguas cristalinas del mar Jónico. Sus colinas están cubiertas de densos bosques de olivos, cipreses y pinos, creando un paisaje verde y exuberante que contrasta con el azul intenso del mar. Pequeños pueblos salpican la isla, cada uno con su propio encanto y carácter únicos, desde casas encaladas hasta tabernas tradicionales donde los lugareños se reúnen para disfrutar de la buena comida y la compañía.
La vida en Erikousa sigue un ritmo tranquilo y apacible, que gira en torno a las tradiciones y costumbres de la isla. La pesca y la agricultura son partes importantes de la economía local, y muchos habitantes aún practican métodos de cultivo y pesca tradicionales que se han transmitido de generación en generación.
Paxoí
Paxos, también conocida como Paxoí en griego, es una pequeña isla ubicada en el mar Jónico, al sur de Corfú y al oeste de la península griega. A pesar de su modesto tamaño, Paxos es un destino turístico popular gracias a su belleza natural, su ambiente tranquilo y sus encantadores pueblos costeros. La isla se caracteriza por sus exuberantes paisajes, sus aguas cristalinas y sus impresionantes acantilados que se sumergen en el mar, creando calas y playas escondidas.
La geografía de Paxos está dominada por sus bosques de olivos, que cubren gran parte de la isla y le otorgan un aspecto verdaderamente pintoresco. Los olivos se entrelazan con viñedos, cipreses y arbustos aromáticos, creando un paisaje mediterráneo de una belleza incomparable. En la costa, se encuentran pequeñas bahías y ensenadas de aguas turquesas que invitan a los visitantes a nadar, bucear y relajarse bajo el cálido sol griego.
Los pueblos de la isla, como Gaios, Loggos y Lakka, son un tanto pintorescos, con casas de colores pastel, tabernas junto al mar y plazas sombreadas por antiguos olivos. Los lugareños y los viajeros se reúnen para disfrutar de la deliciosa cocina griega, la música en vivo y las impresionantes puestas de sol sobre el mar Jónico.
Se trata de la mejor conexión de todas en lo que respecta a la rapidez. Y es que a pesar de tener que recorrer 50 kilómetros, la ruta dura solamente una hora y media.
Síbota
En unas dos horas llegarás a Síbota tras haber surcado las preciosas aguas del mar Jónico, puesto que la distancia solamente abarca 37 kilómetros. Al llegar, te encantará este pequeño y pintoresco pueblo costero ubicado en la región de Epiro, en el noroeste de Grecia. Situado en una bahía rodeada de colinas verdes y olivares, Síbota es un destino turístico popular gracias a sus hermosas playas, sus aguas cristalinas y su ambiente tranquilo y relajado. A pesar de su popularidad entre los turistas, el pueblo ha logrado conservar su encanto tradicional y su autenticidad.
La geografía de Síbota está dominada por su costa escarpada y sus numerosas calas y playas escondidas. Las aguas cristalinas del mar Jónico son ideales para nadar, bucear y practicar deportes acuáticos, mientras que las colinas circundantes ofrecen oportunidades para practicar senderismo y disfrutar de impresionantes vistas panorámicas de la costa y el mar. El pueblo en sí está lleno de encanto, con calles empedradas, casas tradicionales de piedra y tabernas pintorescas donde los visitantes pueden disfrutar de deliciosos platos de cocina griega y pescado fresco.
Las excursiones en barco son una excelente manera de explorar las numerosas calas y playas escondidas de la zona, mientras que el senderismo y el ciclismo ofrecen la oportunidad de descubrir el impresionante paisaje natural de la región. También hay oportunidades para practicar deportes acuáticos como el kitesurf, el windsurf y el kayak, que son populares entre los visitantes de todas las edades.